El espacio de la imaginación (Ian McEwan)

El espacio de la imaginación (2022)

Ian McEwan (1948)

Editorial Anagrama

ISBN 978-84-339-1663-1

72 páginas

 

Como es sabido, McEwan forma parte de una generación destacadísima de escritores ingleses como por ejemplo Julian Barthes, Ishiguro, Martin Amis, entre los cuales tiene un lugar notorio. McEwan, además, sigue en vigencia, escribiendo y entregando cada vez novelas de muy alto nivel.

En El espacio de la imaginación nos encontramos ante un ensayo que es una suerte de respuesta al que publicó George Orwell bajo el título En el vientre de la ballena, donde abordaba la discusión sobre si los escritores pueden o no vivir al margen de las injusticias del mundo, sobre si sus obras tenían la exigencia de denunciar dichas injusticias. Ese ensayo, y las respuestas posteriores que provocó, produjeron toda una corriente de pensamiento y, sin los cuales, no existirían conceptos subsecuentes como los de, por ejemplo, “campo cultural”; el gesto más o menos consciente de que una obra se efectúa dentro de ciertas condiciones y que, por el contrario, discuten directamente la postura contraria: la de que el artista debe encerrarse en una “torre de cristal”, o para remitir directamente al ensayo de Orwell, en un vientre de una ballena, ajeno al mundo, desde donde puede ejercer su acción creadora.

McEwan inicia su breve ensayo con la escena de un encuentro: es 1936 y George Orwell, de camino a España para luchar en la Guerra Civil, se entrevista con Henry Miller —autor, entre otros, de la profundamente lasciva Trópico de cáncer—. Es el encuentro de dos visiones del quehacer literario radicalmente distintas; por una parte el escritor comprometido a tal punto que no puede evitar tomar parte en los eventos históricos que ocurren en el mundo, tanto que viaja para participar en ellos; por otra parte, el escritor hedonista, ultra sexualizado, juerguista y bohemio. McEwan comienza a desarrollar las ideas expuestas por Orwell y cómo sus visiones más pesimistas se han ido cumpliendo, en un grado u otro. Señala McEwan, citando a su vez a Orwell: “Casi con toda certeza, avanzamos hacia una era de dictaduras totalitarias, una era en la que la libertad de pensamiento será al principio un pecado mortal y después una abstracción sin sentido”, donde McEwan lee uno de los grandes aciertos de Orwell, que es la remodelación de la mente de los ciudadanos por parte del Estado, años antes que lo desarrollara en la formidable novela 1984.

Lo interesante de McEwan es que no se limita a discutir o a secundar el texto de Orwell. Por el contrario, va actualizando dicho discurso, ampliando sus posibilidades y campo de acción:

“Podríamos comenzar con algunas preguntas. ¿Se entreteje una guerra chino-estadounidense en la trama de la historia? ¿La aparición global de un nacionalismo racista dará paso a algo más generoso, más constructivo? ¿Podríamos revertir la gran extinción de especies que tiene lugar hoy en día? ¿La sociedad abierta será capaz de encontrar formas nuevas y más justas de prosperar? ¿La inteligencia artificial nos hará sabios, locos o irrelevantes?” (página 51-52)

Lo curioso es que si pensamos en la obra anterior de McEwan, a pesar de tal vez no resultar tan obvio a primera vista, podemos ver que estas temáticas sí las ha abordado en sus publicaciones más cercanas. Por ejemplo, en La cucaracha hace una parodia del Brexit, que contiene por supuesto mucho de nacionalismo; asimismo, en Máquinas como yo, aborda sin ambages el asunto de la inteligencia artificial o Solar, sátira donde escribe en torno al cambio climático.

Más todavía, cuando señala que es posible que la catástrofe climática pueda convertirse en el único tema posible (pág. 56), no puede leerse sin pensar en la cantidad de libros nacionales que han empezado a aparecer, con una frecuencia que años antes no habría sido posible, como por ejemplo Litoral (Miguel Ángel Gutiérrez, ed. Alquimia, 2023), La oficina del agua (Simón Ergas, Alquimia, 2021), Islas de calor (Malu Furche R., ed. La Pollera, 2022), Cuchillos (Andrés Kalawski, ed. Laurel, 2023), o Los pastores de Oort (Hugo Riquelme Becerra, ed. Paso en falso, 2023), solo por nombrar los que más rápidamente se me vienen a la cabeza.

Ian McEwan es un autor mayor. El espacio de la imaginación, a pesar de lo importante del tema y de su autor, es un ensayo egoísta, tal vez principalmente porque su extensión impide una mayor profundización y expansión en las ideas: deja con gusto a poco. Esto último también ocurre porque su autor, cada tanto, va soltando pequeñas perlas de pensamiento que cualquier lector con interés en el tema quisiera que fueran más que pequeños hallazgos, sino que constituyeran tesis bien desarrolladas. Uno queda con la sensación de que el ensayo se acaba justo cuando empieza a tomar vuelo.

G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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