Poeta chileno (Alejandro Zambra)

Poeta chileno (2020)

Alejandro Zambra (1975)

Editorial Anagrama

ISBN 978-956-6045-29-8

421 páginas

 

Poeta chileno es hasta acá la novela más larga que ha publicado Alejandro Zambra; una novela sobre los afectos y la filiación. En ella Gonzalo y Carla viven su primer enamoramiento juvenil, pero prontamente se separan. En la adultez vuelven a encontrarse y reinician su relación, de manera estable y duradera. Carla tiene un hijo pequeño y Gonzalo desarrolla un afecto paternal hacia él y lo cría como suyo. Por supuesto, en algún momento —o varios— todo se va al carajo, o de otra manera no habría novela.

Poeta chileno, decíamos, es una novela sobre la filiación y los afectos: la de Gonzalo y su hijastro Vicente, cómo uno pertenece al otro, cómo se relacionan y necesitan; la de Carla y Gonzalo, en tanto pareja que se proyecta a ser para siempre; y la filiación de Gonzalo y del mismo Vicente al mundo del “poeta chileno”, que no puede dejar de leerse sino como una categoría inferior a la de poeta a secas, pero no por eso a una categoría que se mira despectivamente, sino que justamente aquella que se reconoce como propia, como el pequeño terruño al que se vuelve siempre.

“El padre se deja ganar, porque para ser un buen padre hay que dejarse ganar. Ser padre consiste en dejarse ganar hasta el día en que la derrota sea verdadera” (página 54)

La novela cuenta con tres secciones bien delimitadas: la parte de la relación entre Gonzalo y Carla, la parte en el recorrido iniciático y de aprendizaje de Vicente como poeta y su enamoramiento de Pru, una periodista gringa que hace un reportaje sobre el mundo de la poesía chilena y que sirve como excusa para que el libro visite al pequeño mundo del poeta chileno y, finalmente, la parte en que Gonzalo y Vicente vuelven a reacomodar el sentido de su relación. Las tres secciones refieren a esta idea de pertenencia: el Gonzalo joven es un muchacho de Maipú que se relaciona con Carla, de harto mejor pasar económico, donde la primera crítica que aparece es el ser ajeno al mundo de Carla y, por ende, verse como algo meramente pasajero. Luego Vicente es el que hace su tránsito y aprendizaje, y él justamente es quien busca pertenecer a ese mundo que odia y ama por partes iguales, que es el del poeta chileno. Y finalmente Vicente y Gonzalo, que deben redefinir su relación, ese parentesco que en las palabras suena duro y aleja: padrastro-hijastro, pero que a ellos los une.

“En la poesía se juega todo. Si eres un buen poeta puedes escribir novelas para ganarte unos pesos, porque escribir novelas es más fácil. Yo mismo tengo pensado en algún momento escribir novelas, pero no hay nada más triste que un novelista escribiendo malos poemas. Seguro que Bolaño lo sabía, porque leí algunas de sus entrevistas y no se puede negar que el tipo era inteligente.” (página 243)

Poeta chileno es un libro que posee una delicada sensibilidad cuando trata el problema de la relación entre Gonzalo y Vicente, el asunto de qué es uno del otro, aquello que es tan difícil denominar a pesar de existir un cariño tan puro entre ambos y que en ningún momento se vuelve dulzón o sensiblero, especialmente gracias a la pericia de Zambra, en el tono juguetón que siempre logra su narrador, que por largos momentos se acerca graciosamente al registro oral.

Luego está el gancho para iniciados que es el asunto del mundo de los poetas, y que el mismo Zambra lo zanja con inteligencia al adelantarse a cualquier eventual comentario al poner en boca de los poetas citados todo el rango posible de observaciones que suscite.

“Revisó las carpetas donde amontonaba sus poemas y los releyó atropelladamente (…) Pensó que no eran malos, o más bien que sería difícil decidir si eran buenos o malos, y eso significaba que eran más buenos que malos. También pensó que no eran malos pero sí innecesarios. No parecía que el mundo necesitara esos poemas. Quería escribir los poemas que nadie antes había escrito, pero en ese momento pensó que nadie los había escrito porque escribirlos no valía la pena” (página 164)

La faja promocional que acompaña este libro lo presenta como una declaración de amor de Zambra hacia el mundo de la poesía chilena. Puede ser, sin embargo, me parece que el peso del relato está construido desde la intimidad del cariño de un padre a un hijo, y que incluso podría sobrevivir muy bien sin todo lo demás de tan logrado que está ese punto. Eso mismo hace que no sea un libro solo para el mundo del libro, sino que sea esa historia delicada y hermosa sobre el afecto entre un padre y un hijo, lo que queda reverberando una vez se pasan sus últimas páginas.

G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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