La verdad sobre su padre (2022)
Carolina Pardo (1978)
Editorial Cuarto Propio
ISBN 978-956-396-168-3
109 páginas
La autora, Carolina Pardo, escogió un título que muestra el modo narrativo y la cuestión conflictiva de su novela. Sucede que en La verdad sobre su padre, la narración está escrita en tercera persona singular femenino sobre Lucia —la protagonista de 40 años de edad y avecindada en Chile—, quien descubre una parte secretísima de la vida de su progenitor.
El conflicto se inicia en New York cuando ella encuentra una foto en una caja de seguridad de su fallecido padre. Esta parece ser de los años 20 ó 30 del siglo pasado, en la que se retrata a un niño en el frontis de una casa y que en su reverso tiene escrita la palabra Friedrichstrasse. Ante esto, Lucía comienza las pesquisas para descifrar la fotografía, principalmente porque su personalidad, al igual que su crianza, le da mucha importancia a los orígenes, y suponía que esa foto, algo tenía que ver con estos.
En su faena, la protagonista viaja a Alemania para reunirse con un docente universitario de nombre Nicolaus —amigo de su amiga Helena, excompañera de Licenciatura en Historia—, que posiblemente le podrá ayudar a descifrar la foto en cuestión. A medida que avanza en su investigación, entra en una contradicción vital, al dudar sobre el origen de su familia, y con ello, sobre su verdadera identidad. Ella duda si eran una familia chilena de ascendencia judía asquenazí o si eran una familia chilena de ascendencia alemana, y con eso, duda sobre el lugar estuvieron —o decidieron estar— sus antepasados durante la Segunda Guerra Mundial.
Al mismo tiempo que ocurre la trama, Lucía lidia paralelamente con su marido, quien no aporta a la relación. Además, tiene un hermano que tampoco aporta, y su mamá, al igual que su papá, está fallecida.
La develación que acontece al descifrar la incógnita de la fotografía, hace que su opinión no sólo cambie, sino que sea contraria a como era antes de todo esto. Hay un tránsito desde el amor encantado al odio infeliz de la protagonista sobre su padre, porque este obvió y/o silenció una parte de su vida que era contraria a ser un prohombre como él mismo se presentaba. El cambio es tan profundo, que la reacción tiende a ser inverosímil: ella siente que ha heredado una culpa y agradece no tener descendencia, a pesar de lo mucho que intentó ser madre.
En algunos momentos la narración parece de novela policial, a pesar de no haber detectives privados o agentes policiales, ni tampoco un móvil criminal. Tal cualidad ocurre por el tipo de escritura de la autora, lo que podría ser un atractivo para darle lectura al libro. De manera relacionada, no presenta complejidad para ser leída, tiende más bien a la pulcritud en su redacción, pudiéndose observar como simple en su forma, y con eso, desmotivar su lectura. No obstante, más allá de la forma, lo destacable de la ficción de Carolina Pardo radica en su centralidad: la decepción y desilusión humana, en este caso, el rompimiento del complejo de Electra. Del mismo modo, la novela muestra implícitamente asuntos fundamentales del ser humano: que la vida nunca está resuelta y que las personas influyen aunque estén muertas.
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