Peregrino transparente (2023)
Juan Cárdenas (1978)
Editorial Montacerdos
ISBN: 978-956-9398-79-7
234 páginas
Peregrino transparente es una novela que relata hechos que transcurren en el siglo XIX en Colombia. Un narrador que aparece y desaparece, tan difuso como el protagonista mismo de la historia, nos cuenta que está leyendo Peregrinación de Alpha (1853) de Manuel Ancízar, una crónica de viajes por la entonces llamada Nueva Granada —hoy Colombia— en el curso de la denominada Comisión Corográfica, que tenía por objeto cartografiar no solo la geografía, sino que también casi todos los aspectos de ese país que todavía no era recorrido, conocido y develado por y para sus propios habitantes. Con esos fines, y por las obvias limitaciones de la época, la comisión incluye entre sus filas a un pintor que debe ir retratando los paisajes y tipos humanos que se encuentran en el viaje. Se espera de él que además de eficiente en su encargo sea lo más fiel a la realidad, porque su finalidad es tanto documental como artística. Durante la existencia de la comisión ese puesto al menos fue detentado por tres personas distintas y en quien más se detiene el relato es en Enrique Price, no tanto por su talento, sino porque él mismo se ve absorbido por el hallazgo de pinturas, murales, principalmente en iglesias, de la obra de un pintor desconocido; una obra que es asombrosa por su calidad, técnica, así como por el hecho obvio de que su autor no es un europeo, sino que un hombre que ni siquiera sabe escribir. De tal modo, la Peregrinación transparente se convierte también en una búsqueda de ese artista superior, cuya obra va quedando retratada en capillas e iglesias, sin que pueda saberse mucho más de él que los malos indicios que dan pobladores y curas.
La novela contiene una suerte de tránsito entre el narrador de origen, que lee el viaje de la Comisión en Peregrinación de Alpha, que pronto transmuta en uno que narra muy de cerca ya no el libro que lee sino que el viaje mismo, pero el viaje imaginado, con todos sus detalles y con la búsqueda frenética de José Rufino Pandiguando, el virtuoso pintor desconocido.
“Artesano itinerante, muy habilidoso y conocedor de muchos oficios, que según parece, aprendió con importantes maestros en Quito y El Cuzco. Vino hace cinco años y trabajó por encargo en este freso y en otros tres óleos que se repartieron por distintas parroquias de la región” (página 93)
Sin embargo, la Colombia —o Nueva Granada— donde se sitúa la historia no es pacífica. Existe todo un intríngulis político por debajo del trabajo de la Comisión, con tensiones entre los partidos liberales y conservadores. Es además la época de la abolición de la esclavitud, y circulan periódicos que sustentan unos y otros proyectos políticos con intereses evidentes, y todo eso entra también en este relato real y supuesto, por partes iguales.
En esa vorágine política se ve envuelta tanto la comisión, como Henry Price y, por supuesto, el propio Pandiguando, este último más que ningún otro en el libro y su personaje se desplegará en el relato hasta consumirlo todo.
“El hombre ha dibujado, no un rostro humano, sino la cabeza de un tigre negro. La imagen es de una perfección apabullante, los colmillos afilados, los ojos de fuego, la expresión feroz y el detalle más singular: debajo de la piel negra se alcanzan a apreciar las manchas típicas de estos animales.” (página 188)
Peregrino transparente es una novela absorbente, que inicia con apenas el esbozo de un relato sobre cómo se va construyendo la imagen de Colombia a través de la pintura y una comisión encargada de redescubrirla y registrarla, y que crece hasta construir el relato místico del mismo pueblo, con sus monstruos ancestrales y sus políticos con sus miserias permanentes. Tras todo ello, un artista habilidoso atraviesa uno y otro mundo para situarse en un plano que incluso desborda fantasía. Peregrino transparente es una gran novela que es a un tiempo veloz, hermosa y desbordante, que se construye a sí misma de una manera progresiva y va creciendo hasta convertirse en otra cosa, tal como Pandiguando: en algo enorme e impresionante.
