La ilusión de los mamíferos (2020)
Julián López (1965)
Literatura Random House
ISBN: 9789877690057
176 páginas
La ilusión de los mamíferos del escritor argentino Julián López, es una novela sobre el amor adulto entre dos hombres. El relato está construido como un extenso monólogo, que a ratos se ve arrastrado por una suerte de corriente de la consciencia. Estos hombres se encuentran domingo a domingo para hacer el amor, acariciarse, conversar y en ocasiones salir de la mano a la calle con las ropas cambiadas.
La ilusión de los mamíferos es una novela que se desarrolla lentamente, en especial porque en ningún momento se produce tensión alguna que haga pensar que habrá algo así como un desenlace; tiene sentido, es una historia sobre los días domingo, en que dos hombres escapan de sus propias rutinas, de sus vidas marcadas para entregarse a un amor que, fuera de esas paredes, apenas les permite decirse alguna cosa al pasar, al oído, apenas les permite tomarse de las manos y caminar uno junto al otro.
“Era hermoso e incómodo imaginarte en los rituales de domingo antes de encontrarnos, despierto porque los ojos se abren de pronto, con las pestañas apretadas contra las sábanas que compartís con tu mujer, decidido a dejarla por mí durante casi todo el recorrido del sol por el hemisferio”
Ocurren un par de cosas con esta novela. En primer lugar jamás se expande, siempre es la contención de la prosa encerrada en un departamento esperando que sea otra vez domingo, para recibir la llegada de ese hombre que, con esposa e hijo, ha llegado a algún tipo de acuerdo con su cónyuge que le permite mantener este segundo amor, acuerdo del que nunca nos enteramos de los detalles pero que jamás produce conflicto. Como tal se vuelve un libro lento, en el que difícilmente ocurre algo que rompa el ritmo que se ha establecido desde un comienzo. Lo anterior es una elección deliberada del autor, al escribir este relato como el relato de una espera, o de una acción que solo ocurre los días domingo. Y el autor, a través de su narrador, impone al lector esa absoluta conciencia sobre la falta de épica de este amor entre hombres, que ha labrado sus propios acuerdos y convenciones.
“No tengo nada para contar.
¿Y qué?”
El lector, entonces, se ve obligado a participar de esa morosidad dominical, que a ratos resulta difícil de llevar. Y si a lo anterior sumamos el estilo de la prosa, profundamente lírica, barroca a ratos, por momentos se avanza con dificultad y poco placer.
Sin embargo, también es cierto es que gracias a ese mismo mecanismo que el autor ha adoptado es que consigue momentos de belleza, por medio de una observación aguda del entorno, de las imágenes y sensaciones. Que el juego de los adjetivos de tanto en tanto hace saltar algunas imágenes de la página produciendo momentos de belleza. Así, podría decirse que La ilusión de los mamíferos, más que en esta historia a ratos lánguida, se juega sus cartas en el uso que hace el autor del lenguaje.
