Trocha (2021)
Rodrigo Ramos Bañados (1973)
Narrativa Punto Aparte
ISBN 978-956-9091-37-7
87 páginas
Rodrigo Ramos Bañados es un autor antofagastino que desde hace años viene interesándose y retratando en sus publicaciones el mundo de la migración. Como oriundo de Antofagasta ha sido, sin dudas, testigo de primer orden de las mareas migratorias que ingresan a Chile viniendo desde Perú, Bolivia, Colombia y, en estos años más recientes, en Venezuela.
Trocha es una crónica de esa inmigración. Es una crónica escrita con urgencia, que transcurre en plena pandemia, y que parte mientras Ramos Bañados está haciendo clases online para un colegio que recibe principalmente a niños inmigrantes, al punto que los niños chilenos son minoría en esa sala virtual de pantallas apagadas para que no se vea el interior de esas casas de material ligero, emplazadas en campamentos en las afueras de la ciudad.
“«No es tan malo vivir en un campamento», dijo un boliviano, «no se paga la electricidad ni el agua». Tenía razón. No es tan malo burlar al sistema en un campamento” (página 8).
Pronto el autor nos cuenta que prefiere volver a ejercer su profesión de periodista y busca un trabajo en un medio impreso de su ciudad. Y con ello retoma su interés por reportear el fenómeno de la inmigración. Desde ese punto de partida esta crónica contiene breves extractos de entrevistas principalmente a venezolanos, la mayoría de ellos sin techo o en pleno tránsito hacia alguna parte, hacia alguna promesa.
“Me preguntaba cuán mal podían estar en su país para cruzar las trochas con niños pequeños o traspasar los campos minados entre Tacna y Arica con ayuda de los milicos de guardia que se compadecían de ellos. Cuán enfermo estaba el gobierno de Maduro para que tantos y tantas venezolanas huyeran del país, casi con lo puesto, vendiendo sus casas en Caracas o Maracaibo a precios miserables. Eran las preguntas que me hice para salir a la calle (…)” (página 20)
La crónica de los venezolanos que llegan a las calles iquiqueñas es el relato de nosotros los chilenos despreciándolos, sufriéndolos y sufriendo con ellos, es el relato de clase y aporía que del que Ramos Bañado también da cuenta, cuando relata cómo a sus compañeros de colegio con apellidos atribuidos a bolivianos o peruanos, o que tenían “rasgos indios” eran discriminados, víctimas de matonaje. Y que en los actos del colegio siempre eran escondidos bien atrás en la fila, en el discurso de la blanquitud chilena.
Durante el tiempo cronólogico en que discurre esta crónica es también el momento infeliz en que ocurre la marcha antimigrantes en Iquique. Sí, la misma que terminó con la quema de los más que modestos enseres de los inmigrantes venezolanos que vivían en la Plaza Brasil de Iquique. La misma que tuvo como imagen icono la quema de un cochecito de bebé en una gran hoguera. Esa quema repudiada en los medios, pero que como discurso representa a buena parte de nuestra sociedad. En una región que se construyó en gran parte gracias a la inmigración: la croata, esa que no es despreciada.
“Si Antofagasta tenía el millonario Luksic, Iquique tenía en Solari, dueño de Falabella, la historia de su millonario. Todo era normal hasta que aparecieron los fantasmales migrantes venezolanos, cargando la miseria a sus espaldas” (página 83)
La prosa de Ramos Bañados es directa y transmite el carácter de urgencia del tema que está tratando. No hay florituras. No hay artilugios. Todo es construcción del relato. Lo que hay en él es la exhibición de un tipo de sensibilidad, no solo en cómo aborda el tema sino que —y antes que todo— en la elección del tema. En Trocha, Ramos Bañados omite todo discurso aleccionador y no busca hacer política simplona desde la comodidad de su hogar, por el contrario, usa sus mejores herramientas como reportero y sale a la calle, pone su lápiz a trabajar para construir este relato de la inmigración y que es, por contrapartida, el relato de nosotros mismos sus connacionales. El relato del desprecio y la vergüenza, el de nuestra aporía y nuestra propia falta de humanidad. Trocha es una crónica urgente, necesaria e importante. Es bueno que en nuestro panorama literario existan al menos un Ramos Bañados.