Ingentrificables (Majo Puga – Juan Yolin)

Ingentrificables (2022)

Majo Puga – Juan Yolin

Ediciones libros del cardo

ISBN 978-956-6192-03-9

N° páginas: 61

 

Si hay un término trastocado posterior a la revuelta social es la palabra “territorio”. Usada por políticos, sociólogos y cualquiera que enhebre un discurso apelando al lugar de nacimiento o movilidad.  Así parece fácil relativizar el origen y representar una especie de identidad genérica como un comodín. Pero al pensar esa palabra y matizar su sentido, nos encontramos con discursos vacíos que hartan murales y slogans, espacios tomados por la desorganización neoliberal, corrompidos por el brote de una clase que cada día parece más vaciada que aferrada a una identidad geográfica.

Para contrarrestar lo anterior, darle vida a los lugares que no pueden entrar el discurso de progreso se dibujan, ilustra, pintan y escriben libros como es Ingentrificables(Libros del Cardo, 2022), novela gráfica que se compone de cinco partes ocurridas en el territorio Quintil (del mapudungun que significa “Lugar donde se boga”), donde habita un dinamismo, fobias, ternuras, travestismos y dolores. El lugar es Barrio Puerto, que para lxs autorxs no ofrece la postal del territorio que busca el abajismo sobre componer el territorio, sino que Majo Puga y Juan Yolin se atreven a desromantizar o desmantelar la senda turística o idílica de un lugar que termina o empieza en plaza Echaurren.

El libro como objeto es una apuesta. Su lomo se relaciona a los libros artesanales que eran cosidos a mano. Las ilustraciones se dibujan sobre hojas negras y las palabras se escriben a mano en letras blancas. Esto le da particularidad a cada historia sumergida en compartir el recorrido de los murales del mismo puerto. Los dibujos se proyectan coloridos en lo que en determinados momentos da una sensación de carrete y en otros de caos. Esos fondos oscuros necesitan la luminosidad del ilustrador, podrían ser alumbrado público venido a menos, la punta de un cigarro o las manos que se juntan frente a una fogata.

Un lugar movido donde la tranquilidad es inexistente se sumergida en personajes que aparentemente soledad. Esta soledad narrativamente se profundiza al exponer que todos comparten el territorio. Es decir, poner el ojo en esas calles, plazas y pasajes matiza a quienes lo habitaron y habitan, relacionado a la narrativa social chilena.

Hablar de los personajes es truncar la narración, porque para describirlos es necesario incursionar en las ilustraciones. Este es un logro del conjunto porque entre ellos hay barricada, botellas rotas, letras de cerveza. Por otro lado, mantienen una relación con la revuelta. Estas historias e ilustraciones arman una voz que podría ser un susurro, que nos hace poner el ojo en los detalles del lápiz y en sus protagonistas. Esta voz en general es nostálgica, hundida en una tristeza y abandono que acompaña y define el lugar.

Otras dimensiones son la manera en que lxs autorxs eligen sus personajes. Hay una intención de exponer personajes extraños o enrarecidos; eso le da verosimilitud a personas que no serían narradas sin crear un fetiche. Acá hay un respeto por ese lugar que para el turista sería peculiar, hay un aura que no solo va en la mano, sino en la intención de componer el territorio con sus personas.

No está más decir que se nombra a la poeta Ximena Rivera, poeta que vivió prácticamente en el olvido institucional y familiar, como viven miles de personas en situaciones de salud mental precarizadas. La diferencia es que ella escribió y lo hizo sin medias lenguas. Esa parte del texto hace un recorrido a algo que digamos sirve a medias al arte que es darle un espacio a lo que ni el Estado ni las instituciones abordan, es ahí donde realmente vive o se dinamiza un territorio, donde se puede respirar, son esas redes que no logran manifestarse en una tabla de Excel ni en la creación de los planes y programas de gobierno. En definitiva, son esas redes que con el ojo de Puga y Yolin se puede entender algo que parece que la neutralidad nos está arrebatando. A veces, sus personajes están profundamente solxs, otras destruidos y en lo mejores casos solo pasan cosas que nos llevan al laberinto de Barrio Puerto.

Cristian Hualacán

Cristián Hualacán (1995) es Administrador Público y Escritor. Fue becario de la Fundación Neruda en 2017. Ganó el primer lugar en los Juegos Literarios Gabriela Mistral en cuento, el año 2018, y el Premio Roberto Bolaño en 2019 y 2020. Colaborador habitual de ElDesconcierto.cl y Revista Origami.

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