A esta misma hora (2024)
Maivo Suárez (1964)
Kindberg
ISBN: 978-956-9707-21-6
Páginas: 248 pp.
La preocupación por el detalle
por Fernando Concha Correa
En un momento en que la economía de la cultura exige que toda obra sea un anunciarse con bombos y platillos, Maivo Suárez se mueve con calma. Sin buscar felicitaciones, sin aspirar a inscribirse en la expresión en boga, su obra ofrece, entrega por entrega, un arte paciente, sutil y calculado donde el gesto más mínimo siempre repercute.
Lo probó con Lo que no bailamos, Sara y Ambiente familiar, lo confirma con A esta misma hora (Kindberg, 2024) y lo hace por razones muy distintas. Hasta ahora Maivo Suárez venía construyendo una poética cuyo corolario podría ser la desgracia también tiene sus domingos. Con sabiduría, y a riesgo de hacerse aún menos identificable para las Moiras del estrellato, en esta nueva novela cambia el tono y el registro, negándose a repetir la finta. Todavía se ve aquí la marca de la trabajadora social, de las circunstancias particulares de su historia (nacer en Chile, crecer en Argentina, volver), pero el procesamiento de esos materiales se ha vuelto más indirecto, incluso tal vez un poco menos realista. Novela argentina narrada desde Chile, algo en ella conjuga la tradición rioplatense con el tan chileno apego a lo cotidiano. La primera parte parece trabajada como el rodeo de un secreto sin del todo entroncar con la tradición del thriller, lo que queda reservado para la segunda mitad del libro, cuando cae la bomba y todo se acelera. Estructura engañosa, porque en realidad esta primera parte nos introduce a los sospechosos de un crimen y a las falsas pistas, tal como en los policiales ingleses, sin apenas evocarlos. Así va trepando el relato hasta llegar al inicio de la segunda parte, las altas cumbres que dividen las aguas. Allí Maivo Suárez nos trasvasija con un engaño ejemplar, un dibujo que no es un dibujo (hasta aquí no más, para señalar la sutileza de ese mecanismo sin estropearlo). En la buena tradición borgeana, Maivo Suárez nos recuerda que la trama es un arte más de la escritura de ficciones y es en el manejo de la información que A esta misma hora lo hace más evidente.
Pero el arte paciente de Suárez no podría dejar las cosas en un solo plano, para satisfacer una única y rápida lectura a la usanza de la narrativa globalizada. Hay que notar las ramificaciones mismas de la historia y cómo la autora juega a los olvidos; hay que notar el uso casi transparente del indirecto libre, que hace progresar la novela en uno de sus tantos hilos centrales, que es la violencia de una madre hacia su hija. Y también la construcción de personajes. Decía Dickens que, para hacerlos nacer, a todos los personajes hay que amarlos; yo no sé si Maivo Suárez los pueda amar a todos, pero sé que no hace distingos al dotarlos de matices morales, perceptivos, intelectuales, lo que viene a ser otra forma más de dinamismo.
El ojo agudamente técnico de Maivo Suárez, que le permite importar influencias sin que se noten, en una historia que simplemente puede disfrutarse por sí misma, es lo que me interesaba destacar. Es también signo de que lo que se mantiene en este libro y ya estaba en Sara, Ambiente familiar y Lo que no bailamos es aquello que, para bien o para mal, aún llamamos “una ética de la escritura”. El trabajo de esa ética se aplica aquí a planos distintos, con técnicas distintas y con un tono nuevo. La preocupación por el detalle cueste lo que cueste, sigue intacta. Y el riesgo que sigue corriendo Maivo Suárez es todo lo que puede pasar desapercibido en lo que hace (riesgo alto en una autora novel pero no joven, madura pero sin generación). Baste con mirar quién es el personaje escritor en esta novela, y compararlo con los tantos de Anagrama, y preguntarse, al final, qué significa ese gesto desde Maivo Suárez, hoy en día.
Fernando Concha Correa, Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, Universidad de Chile. Obtuvo el doctorado en Estudios Hispánicos por la Universidad de Warwick con una tesis sobre el trabajo de Jorge Luis Borges y Ricardo Piglia como editores de ficción policial traducida en Argentina. Ha enseñado y/o trabajado para las Universidades de Chile, Warwick y Exeter. También ha trabajado como traductor literario autónomo (inglés-español).