Pero que lo haga otro.
Que otro lea esos libros que todavía nadie ha leído.
Que otro hable de esos libros. De esos saldos.
Que otro discuta o piense sobre esos libros olvidados.
Que ese otro sea el que asuma el costo, además, si se le ocurre decir que el libro no es que no le haya gustado, es que está malo. Pero malo malo.
Que ese otro, ojalá no sea otro cualquiera, sino que además que haya leído mucho.
Que tenga un magister o un doctorado en literatura hispánica, prehispánica, prehumana, porque no voy a aguantar que cualquiera me venga con cuentos.
Y que no cobre, obvio. Que lo haga gratis. Por puro amor al arte. Si no cómo, compañero.
Total, que acá nadie tiene un peso.
Aunque si nos ganamos un Fondo pasamos otro año, hasta que la palabra quede otra vez quebrada
(y todo eso que estaba bien se quede sin financiamiento).
Pero que los escritores lean a sus pares.
Y que los editores no editen a sus amigos.
Que las editoriales transnacionales no se premien a sus mismos autores
(el gerente viene subiendo, se demoró estacionando el Audi)
(difícil, no hay plata para anticipos)
Que los escritores vayan a ver teatro, que también son sus pares.
(pero que los actores no lean).
Que los escritores vayan a ver exposiciones de fotografía.
(pero que los fotógrafos no lean).
Que los escritores vayan a ver performances, pintura, ópera, conciertos, que llenen los museos, que asistan a todas las declamaciones públicas incluso a las de poesía
(pero no a la inversa)
(aunque aquí no estamos hablando de poesía).
Que no se pierdan los conversatorios en el extranjero
(tengo armado un proyectito, que si nos sale nos vamos).
Que los escritores vayan al cine, o que por último vean cine en su casa
(eso sí, que tengan Mubi, no Netflix)
(no importa si no tienen plata, que alguien les preste la cuenta).
Que hagan un podcast. Un podcast de libros
(no se vayan a juntar puros hombres)
(no vayan a hablar de puros santiaguinos)
(y no se pongan densos).
Y si te piden presentar un libro, di que sí
(asegúrate que suban tu foto de la presentación).
Y si te piden vender libros en el stand de la Feria, di que sí
(asegúrate que suban tu foto en el stand).
El tiraje fue de cuatrocientos ejemplares
(menos los diez con los que le pagamos al autor)
(menos los veinte que he mandado a prensa).
Es bueno este libro
(le ha ido bien).
Se vendieron casi cien
(le ha ido bien).
Es que los escritores no leen
(no sé por qué).
