Ficciones de la ley (2022)
raúl rodríguez freire
Ediciones Mimesis
ISBN: 978-956-6130-06-02
217 páginas
raúl rodríguez freire (para respetar la grafía con la que él mismo firma), es profesor del Departamento de Literatura de la Universidad Católica de Valparaíso, y tiene ya una serie de publicaciones fuera del mundo académico, no indexadas, que piensan y discuten sobre el lugar de la Academia y de la crítica en el mundo, entre las que hemos destacado alguna vez en esta misma página la forma como ensayo (2020, ediciones La Cebra) y la condición intelectual. informe para una academia (2018, ed. Mímesis).
En el texto de presentación de Ficciones de la ley se advierte al lector de que este grupo de ensayos no tienen por fin verificar los modos en que la literatura ha representado al derecho, por el contrario, su interés está en revisar la noción de ficción y su relación con la ley, realzando así el lugar de la ficción en el ámbito jurídico. En otras palabras, su intención es desmontar cómo opera el lenguaje legal, reconstruyendo su historia, viendo cómo entronca con la ficción y el concepto original de novela. Es una manera de aproximarse a la problemática que exige pensar no tanto qué se ha hecho y obtiene con los materiales a estudiarse, sino en cómo estos se componen.
En el segundo ensayo del volumen “Del derecho a la literatura: Boccaccio y la (re)codificación de la novela” raúl rodríguez freire constata un hallazgo mayor: en él sostiene y demuestra la relación directa y causal entre la codificación del derecho en manos de Justiniano (con sus “Novellae Constitutiones”, obra capital para el entendimiento de las leyes modernas, y para el rescate de la tradición tanto legal como cultural de Roma), y el surgimiento del concepto literario de novela, siendo la codificación antecedente necesario para que surgiera el Decameron, que es también un texto eminentemente recopilatorio, consistente en la codificación o rescate de una tradición que pertenecen a “la vasta y enmarañada narrativa populachera de la Edad Media” (según cita el autor, a su vez a Vittore Branca), bajo la característica de una narración enmarcada, mediando siete siglos entre uno y otro.
«(…) permiten afirmar sin titubeo que la relación estrecha que existe entre la codificación del derecho y su (re)codificación por parte de Boccaccio ya no puede seguir pasándose por alto, pues es determinante para interpretar de mejor manera su principal obra» (página 91)
A nuestro parecer, el indudable valor de este ensayo bien justifica largamente la publicación de un texto como Ficciones de la ley, sin embargo, el autor profundiza aún más en esta relación de larga data entre derecho y ficción. En el tercer ensayo, “De cabras, teoremas y leyes” rodríguez freire desmonta uno de los argumentos más sensibles al mundo económico moderno, que fue (y es) respuesta a las llamadas Leyes de pobres que pretendían alguna forma de asistencia Estatal a los desposeídos y que eventualmente cayeron en descredito, bajo la afirmación de que la ayuda a los pobres reproduce la pobreza en lugar de terminar con ella, una idea que con variantes puede verse repetida hasta el día de hoy, con sus “toda la ayuda para los pobres, nada para la clase media”, “todo gratis para el flojo”, hasta la idea xenófoba del cierre de fronteras para no ayudar a los migrantes forzosos, y otros tantos vergonzosos etcéteras, que son en último término una crítica venida desde ciertos grupos de interés hacia la idea del Estado benefactor, o incluso a las ideas del socialismo o de la socialdemocracia. rodríguez freire retrocede en busca del argumento prestado de la historia del navegante Selkirk, abandonado en una isla cercana a Juan Fernández, (O Robinson Crusoe, abandonado en la mismísima Juan Fernández, si atendemos a las declaraciones de un expresidente de este país), isla donde se habría dejado una pareja de cabras que se propagaron interminablemente hasta casi dejar sin recursos la isla, donde más tarde se dejaron perros para que las exterminaran y así no sirvieran de alimento y paraje a los tan abundantes piratas que asolaban los mares de la época. Esa vida salvaje en el páramo entre cabras y perros cazándolas habría dado, en la historia ficticia que sirve —utilitariamente— para desestimar las ayudas estatales a los más necesitados, en un supuesto equilibrio natural, una suerte de concepto previo de “selección natural” donde sobreviven únicamente los más aptos, los que trabajan y se esfuerzan, logrando su sustento diario y escapando de sus predadores, permitiendo así un equilibrio “natural” en el ecosistema. rodríguez freire recorre la historia para demostrar la falsedad del supuesto en que se basa esa teoría: la falsedad de ese equilibrio —que jamás se consiguió— en la isla donde Selkirk habría vivido como náufrago, desnudando así el interés manifiesto existente en una forma de interpretación de una historia que ha pasado desde la ficción a aplicarse en la vida moderna, convirtiéndose en “realidad”, sin más apoyo que una historia.
Hay dos ensayos más que también valdría la pena tocar y en los que no nos detendremos demasiado por razones de extensión: “Las máscaras de la ley”, que abre el libro y donde se revela la estrecha relación entre el teatro y la ley; y “Ley, figura de la ficción”, en la que el autor repasa la idea de la ficción en la ley y, por sobre todo, respecto al concepto mismo de ficción y lo cercano que está este, de manera casi inseparable, de la misma Ley, que se pretende a sí misma verdad o modeladora de la verdad, desconociendo en todo momento la estructura en que se sustenta.
Ficciones de la ley es un conjunto de ensayos contundente, en que el autor demuestra erudición pero jamás vanidad, por el contrario, todos sus conocimientos y análisis sirven para conducir al lector con sencillez —en temas complejos—hacia las conclusiones a las que raúl rodríguez freire arriba. Gracias a ello, resulta en una obra que en ningún caso es exclusiva para especialistas, estudiantes de literatura o de derecho, sino que se vuelve accesible a un amplio público que tenga la curiosidad suficiente para dejarse llevar por un texto que revela la inteligencia contenida en estas Ficciones de la ley.