Drago. Oficio y escritura (Felipe Reyes F.)

Drago. Oficio y escritura (2022)

Felipe Reyes F. (1977)

Nadar ediciones

ISBN: 978-956-9552-32-8

130 páginas

 

Gonzalo Drago Gac fue un escritor chileno al que habitualmente se lo incluye dentro de la generación del 38. En su faceta de narrador —por la que más se lo reconoce— materializa una escritura de filiación social, y tal como señala el autor de Drago. Oficio y escritura «Vuelve a esas historias en las que predomina ‘la felicidad del ser humano humilde, el amor resignado’, que sobrevive ‘haciendo frente alegremente a los reveses de la pobreza’, dirá el mismo Drago, persiste en su indagación del desasosiego, a la vez que denuncia la marginalidad, la explotación y las precarias vidas de personajes oscurecidos por la indiferencia colectiva» (página 85).

Drago escribió un puñado de libros, entre los que destacan El Purgatorio (novela, Nascimento, Santiago, 1951) Cobre. Cuentos mineros (El Esfuerzo, Santiago, 1941) y Míster Jara (Quimantú, Santiago, 1973) siendo este una recopilación de relatos aparecidos con anterioridad, que sufrió la negra suerte de terminar quemado por los militares durante la dictadura que tomó posesión y arruinó a la editorial Quimantú. Si hay algo que cruza la escritura y forma en que se trata a estos personajes siempre despojados de futuro es la ternura que Drago siente por ellos, tal vez el mismo motivo por el que los elige.

Drago fue fundador —junto a su amigo el también escritor Óscar Castro— del grupo literario Los inútiles y organizó o contribuyó a organizar desde ese grupo intelectual la “Primera Semana del Libro en Rancagua”, la que no solo es el más seguro antecedente de cualquier otra feria del libro chilena, sino que además y tal como nos cuenta con regocijo Felipe Reyes, se financió de modo no muy limpio, gracias a la organización por parte del grupo Los inútiles de un encuentro futbolístico entre Deportes Rancagua y, supuestamente, el primer equipo de Colo-Colo, encuentro que terminó con el grupo escapando con la recaudación del partido en tanto escuchaban el abucheo y gritos del estadio a sus espaldas, al percatarse que aquel no era el encuentro prometido.

“Unas cuadras más allá, al llegar a la plaza Los Héroes, Fernández se detiene, mira hacia atrás haciendo visera con la mano para ver mejor y exclama: ¡Aún no arden las gradas! Sigamos” (pág. 43)

Drago. Oficio y escritura es un texto que rescata la figura de un autor comprometido, inserto en el mundo, que a pesar de no tener en vida la profundidad de los reconocimientos que sus propios méritos lo hacían merecedor —ello sumado a las dificultades casi insuperables de ser escritor e intentar publicar en la larga época de la censura dictatorial—, ha llegado hasta nuestros días con un puñado de cuentos y textos que todavía son totalmente válidos de ser leídos, que se sostienen a pesar del paso del tiempo, que han sobrevivido no diez años, sino que cincuenta o más y que seguramente podrán seguir siendo leídos con placer otros tantos más, porque se imponen por su calidad literaria y la ternura con la que se trata a estos personajes sometidos a una existencia siempre cruel. En ese sentido, un texto como Drago. Oficio y escritura tiene el mérito no solo de su escritura amena y suelta, que permite leerse con agilidad, sino que además y especialmente la de resituar y revalorizar una obra como la de Gonzalo Drago, que tiende a quedar en la segunda línea tras otros escritores que han tenido una mayor circulación.

 

 

 

G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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