Dentro de las novedades que editorial Aparte trae para este 2021 está el tercer libro del poeta Juan Pablo Rodríguez. Apunta Andrés Andwanter en la contratapa: “La presencia intermitente de urracas en estos poemas −pájaros agoreros por excelencia− nos pone en posición de interpretar la realidad como un tejido de signos que se pueden conjugar de diversas maneras: tal como en los parques y jardines de Viejo Mundo, grupos de aves se asoman por aquí y por allá, comentando sarcásticamente los asuntos humanos con su parloteo incontinente, su canto a veces confundido con risa, su periódico matraqueo entre las ramas de los árboles. Ocho urracas es un libro hecho de múltiples voces, no todas ellas humanas, en una conversación alternativamente personal o política, delirante o elegíaca, que nos interpela directamente mientras va dejando un reguero de imágenes deslumbrantes”.
Juan Pablo Rodríguez (Talca, 1985) es Doctor en Sociología por la Universidad de Bristol. Ha obtenido el premio Juegos literarios Gabriela Mistral y la Beca de creación literaria del Consejo Nacional del Libro. Ha publicado Shanghai (Editorial Alquimia, 2015) y Sobre el movimiento de las estrellas fijas (Editorial Aparte, 2018).
Taseografía
Taseografía: método de predicción en el cual el adivino, o intérprete, se servía de los posos del té para investigar acerca de las cuestiones más cruciales respecto del porvenir.
Wikipedia
I
Al fondo de la taza sin orejas
la bruja obsesa de la lengua
lee hojas de té:
tormenta azota barco
barco exuda tormenta
las olas median.
II
Escribimos bajo influencia:
vino, poesía, virtud
una cesantía que rinde
frutos intermitentes
o
la ausencia de música en las cosas
adyacentes a la escalera
cuando tiembla.
III
El viejo Noé prohibió la entrada
de las urracas en el arca
influenciado por la superstición y la rima.
Todos los animales, menos ellas, dijo.
IV
1 for sorrow,
2 for joy,
3 for a girl,
4 for a boy,
5 for silver,
6 for gold,
7 for a secret never to be told.
8 for a wish,
9 for a kiss,
10 for a bird,
You must not miss.
V
Chasqueó rápido dios los dedos
y el viejo Noé recapacitó
no sin antes vaticinar una plaga
de verbos irregulares
de tropas senderistas
de cuerpos sin huellas dactilares.
VI
Las urracas tomaron lugar en los mástiles.
Abajo se revolvía la tempestad.
Un ojo muy abierto en el océano
simulaba ser una boca
e intentaba barajar el mar
en olas simétricas.
No hubo caso.
El miedo envolvió a todas las criaturas
en una imperceptible red de pesca.
VII
Avestruces y chanchos se aferraron a los márgenes
de una noche evanescente
a vista y paciencia de las aves
en cuya conversación desde lo alto improvisaban:
la muerte que no llega pero acecha
la muerte que no acecha pero llega
el aire psicótico del aire.
VIII
En la cubierta del barco nos movemos
como en un simulacro del mundo.
La elipisis de los 30 a los 40
porque después de los cuarenta
cerramos puertas
que nunca más hemos de cruzar
según el poema de Justice.
Puede que sea cierto o una artimaña más
de la mente bíblica heredada
por nacer en hospitales de provincia.
IX
Seguimos los restos de té
al fondo de la taza sin orejas.
Talca aún no se inventa.
XI
barco exuda tormenta
tormenta azota barco
las olas median
XII
¿cómo crear una distancia íntima
equidistante al tacto y al acceso
de cualquiera?
Ese tipo de preguntas inundaban
la cabeza de Noé
quien a sus 500 aun no entendía bien ciertas cosas.
XIV
Usa la imagen
a la que siempre vuelves
como amuleto
gritaron las urracas
a modo de consejo.
XVI
La memoria nos devuelve a la rima
que no es lección ni pifia
sino materia
para una redención mínima:
Uno es pena Dos alegría
Tres un chico Cuatro una chica
Cinco los jóvenes Seis los viejos
Siete un inviolable secreto.
XVII
Pero eran ocho las urracas en el cielo.
En Cerebros Pájaros y en El Folclor de las aves leemos:
ocho urracas indican la oportunidad de pedir un deseo.
El último deseo de Noé terminó en diluvio.
No pudo sacar de su cuerpo de marino improvisado
el trauma. No quería desear
ni la creación del fin
ni el fin de la creación
ni la raíz del manzano que bajo tierra
armoniza el decorado silvestre
con la miel de futuros planes quinquenales.
XVIII
tormenta azota barco
barco exuda tormenta
la tierra media
XIX
Semidormido en la beta de un viñedo
Noé experimentó en pelotas
los efectos del primer vino.
Los frutos de la tierra se fragmentan.
La flora no piensa en Homero.
Los pájaros de mal agüero libres
ayudan a escribir al cielo
su primer poema en prosa.