Me casé con un comunista (Philip Roth)

I Married a Communist (1998)

Philip Roth (1963-  )

DeBolsillo (Random House Mondadori)
ISBN: 9875661899
463 páginas
Precio referencial: $7.000
—Tu castillo ha sido asaltado y tu mujer y tus hijos han sido bárbaramente destrozados…
—¿También mis hijos?
—Mujer, hijos, criados: todos los que pudieron encontrar.
—…¿También mataron a mi mujer?
—Ya lo he dicho.”
 Macbeth, William Shakespeare.
Me casé con un comunista es la segunda parte de la trilogía del autor denominada Trilogía Americana. Estas tres (Pastoral americana, Me casé con un comunista y finalmente La Mancha humana) no solo comparten el personaje que hace las veces de narrador, sino que además y principalmente comparten un trasfondo temático.

En esta nueva entrega nos encontramos con Nathan (llamado simplemente así, pero pronto caeremos en la cuenta que es el mismo Nathan Zuckermann ya conocido desde Pastoral americana), en una larga conversación con un antiguo profesor de su colegio. Esta conversación como motor narrativo —que a ratos pierde toda traza de ser tal— nos va delineando la vida de Ira Ringold, hermano del profesor, acérrimo comunista perseguido por el Maccarthismo. La conversación reconstruye la historia de Ira, desde sus inicios y primeros acercamientos a su ideología hasta el momento en que toda su vida y estructura mental cae perseguida no solo por un Gobierno que necesitaba justificarse a sí mismo imponiendo una caza de brujas, sino que —y esto es la peor parte— también por parte de sus seres más cercanos, quienes le dan la espalda y acusan públicamente, con las más infinitas y confusas motivaciones, como suele ocurrir en cualquier circunstancia. La historia es, en buena parte, el relato de la vida de un hombre destruido por un conflicto familiar y social, justamente de aquel hombre que más cree en las personas, en su bondad, justo aquel que más esperanzas posee sobre el resultado y la importancia de la vida y de las personas comunes y corrientes que le rodean.
El estilo narrativo comparte mucho de las mecánicas que permiten el desarrollo de la historia que ya fueron utilizadas en Pastoral americana. Se trata, haciendo una injusta reducción del estilo, de un hombre que narra a otro la vida de un tercero. Es por lo anterior que la lectura de la novela se hace un tanto pesada y poco gratificante, más aún cuando, si contrastamos con esa misma primera novela, el resultado no es a tal punto satisfactorio, según mi apreciación.
Mención aparte merece el personaje de Nathan Zuckermann, este alter ego del mismo autor, que reaparece conformando etapas de su propia vida, tornándose cada vez más complejo, más profundo, más humano. Y otro detalle no menospreciable: Phillip Roth estuvo casado con una actriz —tal como Ira Ringold—, quien, una vez divorciados publicó un libro en el que Roth no resulta muy bien parado (libro que no he leído ni leeré, por cierto, pues no me interesa nada menos hacer comidillo de la vida privada de los autores). Esta situación también sucede en Me casé con un comunista, como una suerte de venganza tácita contra su ex mujer.
Esta novela funciona mucho mejor en el entendido general de la producción literaria de Roth; un hombre que ha radicado gran parte de su trabajo literario destruyendo el mito norteamericano del éxito. Dentro de ese contexto es sumamente coherente y lógica, pero aún así bastante por debajo de otras de sus creaciones como la misma citada Pastoral americana.
G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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4 Comments

  1. says: Anonymous

    No me queda claro si el autor en este libro por fin habla de la relación que tuvo su hija, Vale Roth, con Zuckermann (álter ego de Zuckerberg). Y que ha sido lo único que ha llevado a este autor a donde está. Es decir, los mismos mitos que él, con su narrativa, dicen que derriba, son los que lo han llevado a su sitial.<br />Conclusión: Philip no es más que Alexis Sánchez o Óscar Hahn, un invento.

  2. says: GS

    Estimado,<br /> No iré en defensa del autor. Mis comentarios sobre sus novelas están ahí para el que quiera leerlos, nada obliga a los visitantes a pasar más que el gusto por la literatura. <br /> <br /> Respondo más que nada para hacerme cargo de la crítica que hacia nosotros diriges. No la esquivo por un sentido del amor hacia lo que hacemos. Mi amigo, la guía de Tv está apenas una página

  3. says: Luis SM

    Como apelado por la mención de las reseñas a Óscar Hahn: meto mi cuchara.<br /><br />Puede que Roth haya llegado a la cima de su fama a punta de irrealidades e inconsecuencias reprochables por muchos, ¿pero eso nos importa como &quot;reseñadores&quot;? No, para nada, al menos no en el sentido del juicio crítico de la opinión pública, de un hijo regañando a su padre. Nos importa en cuanto hecho,

  4. says: Anonymous

    No me queda claro algo:<br /><br />¿Vale Roth se casó con un comunista?<br /><br />¿O estamos en el jardín de los senderos que se bifurcan y encontramos en Alexis Sánchez los malabares del Chino Cazely?<br /><br />¿Podremos ver repetido el tiempo y ver el mismo regate que le hizo &quot;el rey del metro cuadrado&quot; al perro muerto, pero esta vez del &quot;niño maravilla&quot; al sheriff de la

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