Una música futura (2020)
María José Navia (Santiago, 1982)
130 págs.
Editorial Kindberg
ISBN: 978-956-9707-12-4
Por: Darío Piña
En medio de una pandemia, de un confinamiento que lo vivimos sumidos a una pantalla y de afectos que se mantienen gracias a la conexión a internet, se publicó el nuevo libro de María José Navia, Una música futura: siete cuentos breves, protagonizados por mujeres, que abordan una serie de relaciones que están cruzadas y afectadas por la tecnología, en escenarios algo distópicos que al día de hoy llegan como un cruel vaticinio.
María José, sin embargo, nunca lo pensó así. Su obra la escribió en sus vacaciones y ratos libres, a partir de experiencias en Estados Unidos, el sur de Chile y algunos lugares indeterminados, las que la llevaron a obtener el premio a Mejores Obras Literarias 2019 y la ubican nuevamente en el catálogo de editorial Kindberg, tal como pasó con su novela Kintsugi (2018). Aquí, la autora retrata la cotidianeidad de personajes que en su mayoría se refugian en libros y que sobreviven en contextos donde la deshumanización —por la tecnología, pero también por la distancia afectiva— es común: en “Cuidado” leemos la historia de una muchacha que trabaja en un centro de rehabilitación para nomofóbicos (personas adictas al celular) ubicado en un pueblito sureño, cuyos pacientes ofrecen dinero o lo que sea a cambio de unos minutos de conexión; en “Los tíos”, una joven pareja, sin hijos, decide adoptar una niña a través de una app, a fin de experimentar la paternidad y no quedar atrás respecto de sus amigos; en “Panda”, una doctoranda chilena, testigo de un tiroteo en un campus estadounidense, se desempeña como babysitter de una pequeña que prácticamente no ve a sus padres, en un país cada vez más impersonal; y en “Una música futura”, por último, nos adentramos en los días de un recinto que expulsa a inmigrantes y retiene a sus hijos, dejándolos allí en la frontera a merced de quien quiera llevárselos.
Una música futura (130 págs.), ya hoy en su segunda edición, ahonda no solo en los coletazos de la relación dependiente que tenemos con la tecnología, sino también en las consecuencias de una globalización que deja bajo el carril a muchos y muchas, que deben buscárselas para sobrevivir en un mundo cada día más hostil. Las migraciones, las apps que suplen los abrazos y la soledad, son aquí algunos de los temas que María José, bajo una prosa cuidada que maneja bien los silencios, explora a sus anchas, como una habitante más de nuestra actual rutina tras una pantalla.