La sonata a Kreutzer (Lev Tolstói)

La sonata a Kreutzer | Крейцерова соната (1889)
Alianza Editorial
ISBN: 9788420663760
Lev Tolstói (1828-1910)
144 Páginas
Precio referencial: $11.000
Tolstói fue un gigante que pasó de ser un escritor (un tremendo escritor) a un radical moralista, casi anárquico, pero siempre en función de la paz y de lo que él entendía era la correcta evolución del hombre. Mantuvo comunicaciones —a través de cartas— con Ghandi y está bien documentado que sus propios pensamientos influyeron en la vida de tal hombre símbolo de la paz mundial. ¿A qué viene todo esto? Pues bien, es que esta La sonata a Kreutzerestá escrita desde la base de un pensamiento e inspirada por la Sonata, del mismo nombre, de Beethoven. Vamos por paso y detengámonos un tanto en la historia (y mientras los invito, si quieren pasar, a escuchar la mismísima Sonata a Kreutzer de Beethoven):
 
En un vagón de un tren se suscita una conversación entre los pasajeros de clase alta de esta Rusia del siglo XIX. El tema es el amor, el matrimonio, la vida conyugal… ¿Puede existir el amor real? Pozdnishev escucha hasta que ya no logra contenerse más. Este personaje comienza, con todo el esfuerzo que le significa, a contar su propia historia marital y desde ahí a sacar conclusiones sobre la realidad existente en toda la temática del amor matrimonial, desdeñando con fuerza las posturas tradicionales que elevan el matrimonio a una esfera espiritual y que subliman el supuesto amor de aquellas parejas que, por esos años, contraían matrimonio más por conveniencia que por otra cosa, bajo la apariencia simulada del tan mentado amor. Él mismo contrajo matrimonio bajo el influjo de ese supuesto enamoramiento, pero prontamente, cuando el amor carnal ha sido saciado, comienzan los miles de pequeños conflictos domésticos con su mujer. Nada es como lo esperaba. Y luego de toda etapa de conflicto le sigue una de “amor”, tan intensa como la siguiente pelea… así sucesivamente. Hasta que llegan los hijos —sobre los cuales (su crianza, existencia, venida al mundo)— también tiene mucho que decir, y posteriormente se encuentra con el engaño, el adulterio a través de la música, el que acomete su mujer con un violinista contra él. Se imaginarán lo que continúa.
La narración no es más que una sucesión de diálogos, en los que Pozdnishev va contando a su interlocutor todas sus desavenencias y actitudes, todos sus celos y rabias, sobre cómo vivió y como perdió toda esa vida que se había franjeado, esa misma que él creía honesta y elevada, porque la sociedad así la calificaba.
Hay varias cosas que decir. Primero, que la forma de abordar la estructura que escoge Tolstói en este relato es meramente funcional a lo que él pretende: exponer una idea, una crítica a la forma de comportarse de toda una sociedad, una oposición a ese cinismo. Desde ese mismo punto de vista, si bien los diálogos están excelentemente construidos tampoco hay mucho más que eso, construyéndose muy poco o nada el mundo que rodea la historia (justo ahí en lo que el autor es un gigante en otras de sus obras). El punto alto de esta obra radica, según mi parecer, en la posibilidad de consolidar un entendimiento sobre el autor. Sus conclusiones son radicales pero lógicas, tienden hacia un bien social mayor, ya demostrando en quién se transformaría en sus últimos años, tan en concordancia con sus propios pensamientos que abandonaría la literatura y la vida misma para dedicarse a aquellas cosas que llenaban su espíritu.
Creo que todos estaremos de acuerdo en su análisis de que el hombre es educado —en esa época e incluso hoy, en muchos casos— para procurarse el mayor placer posible. En la consecución de ese placer y de esas pasiones la mujer es transformada, desde su primera infancia, en objeto de esos placeres. Tolstói expone, además, que el matrimonio mismo, tal como se entiende en esa sociedad que critica, no es más que un fin para satisfacer esas pasiones carnales que, una vez agotadas, dan paso a una vida superflua, en la que hasta el nacimiento de los hijos es inmotivado y dejado al cuidado de otras personas distintas a los padres.
Esta novela fue censurada en Rusia. No se toleró muy bien la precisa radiografía. Tolstói, quien era toda una celebridad, recibió un sinfín de cartas pidiendo explicaciones sobre qué quiso decir con esta historia. Tuvo que escribir un epígrafe en donde, punto por punto, explicaba toda su visión sobre el asunto del matrimonio, los hijos, la vida conyugal, las pasiones. Esta novela, si bien no la mejor del autor, es un paso hacia la comprensión de la figura de esta montaña de la literatura que fue Tolstói.
G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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