Gabriela. Su difícil camino al nobel (2024)
José Goñi (1948)
Catalonia
ISBN: 978-956-415-087-1
280 páginas
Mi primera aproximación como lector de Gabriela. Su difícil camino al nobel fue confusa. No por estar mal escrito, por el contrario, la lectura me fue fácil y entusiasta, pero no tenía claridad si estaba leyendo un libro de ficción o uno de no-ficción. Luego, tras avanzar en la lectura entendí —si es que entendí bien, capaz que no— que era un texto de ficción donde aparece información de no-ficción, es más, al final de la obra está la bibliografía consultada. En concreto, se narra a modo de novela algunos hechos reales que vivió Gabriela Mistral desde que se anunció su adjudicación del Premio Nobel de Literatura —un 15 de noviembre de 1945— hasta que dejó el Reino de Suecia —un 4 de enero de 1946—, siendo tales hechos el relato central de esta novela histórica.
José Goñi, el autor, narra varios pormenores de las semanas abarcadas, las cuales hacen atrapante y apasionante la lectura. Por ejemplo: que Mistral dio varias conferencias en Suecia, en las que descalificó el feminismo habido en Chile por ser elitista, y afirmó, que este no existía en América Latina; que prefirió viajar en barco porque no le gustaban los vuelos, zarpando desde Rio de Janeiro el 18 de noviembre y arribando a Göteborg el 8 de diciembre; y que el Partido Comunista de Suecia la catalogó como una “desconocida”, alegando que no se haya considerado a algún escritor de la órbita soviética para adjudicarles el Nobel de Literatura.
Lo más distintivo del libro —sin perjuicio de los pormenores— son los hitos que permiten comprender cómo la poeta chilena llegó a obtener el célebre premio. El primero es la nominación desde Chile. En detalle, en agosto de 1939, la escritora ecuatoriana, Adelaida Velazco Galdós, carteó al Presidente Pedro Aguirre Cerda para proponerle la nominación. Tal propuesta fue considerada y liderara por el mismo Aguirre Cerda, dando instrucciones para trabajar en post de aquello a sus Ministros de Educación y de Relaciones Exteriores, Ortega Masón y Ortega Aguayo, respectivamente. A su vez, este último, solicitó al Decano de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile, Luis Galdames, para que sea esa Facultad la que ejecutara la propuesta. Finalmente, la Academia Sueca recibió la nominación en noviembre de 1939 y la incorporó en 1940. El segundo es la votación del Comité Nobel. En específico, la votación ocurrió el 6 de septiembre de 1945 y le otorgó por 3 votos contra 2 el premio a Gabriela Mistral por sobre Paul Valéry, siendo los votos de Anders Österling, Hjalmar Hammarskjöld y Sigfrid Siwertz favorables a la chilena, y por su parte, los votos de Fredrik Böök y Per Hallström los favorables al francés. Valéry había muerto casi dos meses antes por lo que la discusión fue también en torno a que si el premio debía o podría entregarse póstumamente. Finalmente, la Academia Sueca refrendó la votación del Comité el mismo día de su anuncio.
A los pormenores e hitos se suman algunos documentos reproducidos en la narración misma. El autor transcribe —y al parecer traduce él mismo— el discurso completo dado por Hjalmar Gullberg a Gabriela Mistral en la ceremonia de entrega del premio, e igualmente reproduce el discurso del Embajador de Chile en Suecia, Enrique Gajardo, dado en la recepción de la misma Embajada. Ambos textos son de baja difusión, por ende, es un aporte facilitar su acceso.
El otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriela Mistral —según se desprende de la lectura—, junto con ser importante en Chile, lo fue también en Suecia: en ella vieron una similitud con Selma Lagerlöf (1858-1940), escritora sueca que fue la primera mujer que recibió el Nobel de Literatura allá por 1909. En esa analogía se asimila tanto la obra literaria como la trayectoria vital de ambas, existiendo una transferencia de identidad y de lo más fuerte que tienen las sociedades cuando lo tienen: un basamento que permite proyectar un destino común a partir de una persona icónica y modeladora, siendo tal asunto lo que amerita adentrarse en la persona de Gabriela Mistral y leer Gabriela. Su difícil camino al nobel.