Reseña enviada por:
Mónica Vásquez Vetterlein
Hombres sin mujeres (2015)
Haruki Murakami (1949)
Tusquets Editores
ISBN: 978-987-670-264-5
249 Páginas
Hombres sin mujeres del escritor japonés Haruki Murakami, es un volumen conformado por 7 cuentos sobre la soledad en que transcurren algunas existencias, pero quizá, en mayor o menor medida todas. Sería fácil caer en la tentación de decir que se trata de relatos de amor —sea lo que sea que signifique esa palabra, llevada a encuentros entre hombres y mujeres— pero una mirada detenida sobre las historias nos lleva al elemento común y de fondo: la soledad existencial de un hombre singular, presente en cada relato, que enfrentado a lo femenino y a su complejidad, encuentra un punto de partida para un viaje interno a sus miedos y debilidades, pero también al encuentro de sus más profundas verdades. Hombres en quienes vemos tambalear certezas a través de la irrupción de lo femenino en sus vidas, que extraviados en sí mismos frente a una mujer que es objeto de deseo, temor, inseguridad o desconcierto, gatillan sus más profundas interrogantes.
Estos relatos se edifican sobre la compleja y variopinta gama de los encuentros y desencuentros entre hombres y mujeres, que nunca implican dos cuerpos, por pasajeros que sean, sino dos almas. Murakami nos libra del peso exorbitante con que la literatura tradicional romántica ha dotado a la palabra amor, y que parece nunca ajustarse al caso a caso de las situaciones emocionales que surgen entre un hombre y una mujer, seres siempre únicos y singulares.
En este sentido, considero un acierto que el escritor no incurra en etiquetas y estereotipos para clasificar el tipo de relación que une a dos seres y se abra al universo imperfecto de afectos que son o no amor, afecto, soledad, o mezclas, a la medida de cada individualidad, pero que no por ello son menos importantes que el pomposo concepto de amor al que nos ha acostumbrado la literatura y el cine.
El libro tiene un discurso que, intuyo, tocará de distinta forma a los lectores según su sexo, en esta relación de naturalezas distintas y complementarias, como son las del hombre y la mujer en que vemos distintas miradas, que no siempre coinciden o logran entenderse y, sin embargo, se necesitan. En todos los relatos hay un hombre que se descubre vulnerable, perturbado e incapaz de controlar «ese algo» indescriptible que pone a una mujer en sus percepción y pensamientos, y una mujer en una búsqueda a la medida de su ser.
En el cuento «Un órgano Independiente», nos conmoveremos con el difícil camino emocional del doctor Tokai, para llegar a entender que 52 años de su existencia han transcurrido en la confortable confusión entre comodidad y vivir, y el perturbador arribo a lo humano cuando «por algún capricho del destino, un rayo de luz especial procedente de alguna parte se filtra…»
Los relatos de Murakami han omitido deliberadamente antecedentes fundamentales que nos permitirían comprender mejor a los personajes, como en «Sherezade», en que nunca entendemos por qué Habara se encuentra aislado del mundo, ni qué lleva a Sherezade a acompañar, por instantes, esa hermética soledad, compartiendo su alma y su cuerpo con este singular individuo.
Creo que la esencia de los 7 relatos la encontramos, precisamente, en la extraordinaria conclusión a la que llega Habara en «Sherezade»: lo peor de perderla no sería «no volver a entrar en el húmedo interior del cuerpo femenino», lo peor sería no compartir la intimidad de sus palabras… «al fin y al cabo perder a una mujer consistía en eso».
