Colección particular (Gonzalo Eltesch)

coleccion particularColección particular (2015)
Gonzalo Eltesch (1981)
Libros del Laurel
ISBN 978-956-9450-07-5
131 páginas

Aunque esta publicación se refiere a sí misma como novela, en vista de su contenido es difícil sostenerlo. Es una narración en primera persona, más cercana a la autoficción que a otra cosa, a una especie de crónica personal e íntima, que pretende escapar de los estándares de la novela, por un camino que ya otras obras han recorrido antes.
En este libro no hay verdaderamente el relato de una anécdota en la forma tradicional, sino que por el contrario, a través de pequeños párrafos que en general no abarcan una página, la narración va mostrando escenas, evitando una cronología directa, alumbrando al arbitrio del autor momentos de su vida —momentos que se nos presentan como reales, al menos en la parte que la memoria y sus limitaciones lo permiten— que a él le parecen significativos de alguna forma, incluso en su puerilidad. Hay en ello una declarada voluntad de romper la ficción, salir del juego ficcional que propone toda creación literaria.

Buscar la manera de escribir una novela sin ficción. Como dibujar un ser humano sin esqueleto, sin ornamentos, nada. (pág. 60)

Aunque el autor es consciente de no poder escapar, ya que hasta la memoria no resulta fiable.

Pero si tu papá no está muerto, dijo ella.

En esta novela sí, respondí. En esta novela mis dos padres están muertos. Todos tienen que estar muertos, incluso tú, dije. (pág 71)

Aquel intento siempre muy interesante, ha conseguido frutos importantes en novelas que no se fuerzan como esta a no ser contadas, a no ser relatos, o a ser pequeñas o mínimas. Pienso principalmente en la serie Mi lucha de Karl Ove Knausgård, que posee la exacta pretensión, pero que la aborda desde la vereda de lo desmesurado, de aquello que pierde sus límites y por ese desborde de la memoria, desde lo inabarcable de la conciencia y la imaginación, es que consigue dejar de ser ficción, o al menos lo aparenta con éxito. En cambio, Colección particular se constriñe para escapar, lo que parece un contrasentido.

Se trata, en suma, de una novela que en su estructura repite un efecto ya harto visto, y que la hermana de forma directa con El sur de Daniel Villalobos, Camanchaca de Diego Zúñiga, Hermano Ciervo de Juan Pablo Roncone, y a las primeras obras de Zambra, todas ellas con sus valores y defectos, y que caben dentro de la calificación de obras autocontenidas.

Colección particular es una pequeña novela con un par de momentos bellos, pero que deja un regusto amargo al jugarse sus méritos en el efecto que busca producir con estos breves apuntes fraccionados, en esa autocontención que pretende ser fragilidad, en todo eso que, como dijimos, de tan manoseado produce exactamente el efecto contrario. Es, se podría decir, una novela horriblemente moderna, a la que le pesa su propia época.

G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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