Reseña remitida por:
Rodrigo Salgado Boza @SalgadoBoza
La última broma de Juan Luis Martínez:
No sólo ser otro sino escribir la obra de otro (2014)
Editorial Cuarto Propio
ISBN 9-789562-606783
Páginas: 64
Juan Luis Martínez siempre vuelve.
En 1992, Juan Luis Martínez viaja a Paris y en La Sorbona lee su poema “Quién soy yo” a modo de presentación. Este fue incluido en la edición de Poemas del otro a cargo de la Universidad Diego Portales, texto cuyo mérito consiste en rescatar poemas publicados en medios dispersos, además de entrevistas al poeta chileno.
Respecto a este libro, su viuda declaró: “Poemas del otro surgió como la tesis de Cristóbal Joannon, pero es un libro que no está a la altura, es otro Juan Luis Martínez que se inventó mi esposo, un personaje sólo para escribir eso. No son de él. ‘Esto no es mío’ me decía, ‘son del otro Juan Luis Martínez que escribía lírica pero que no soy yo’”.
Hoy, sabemos que Martínez hablaba en serio: toda la primera sección de Poemas del otro no le pertenece más que como traducción no atribuida de los poemas del otro: el poeta suizo-catalán Juan Luis Martinez. Sin tilde.
Scott Weintraub es sucinto y claro en lo que quiere comunicar. Su ensayo La última broma de Juan Luis Martínez (Cuarto propio, 2014), es parte de un trabajo mayor de este investigador estadounidense sobre la obra de Martínez, que se editará en inglés.
Weintraub no es un advenedizo, ha leído literatura chilena probablemente como pocos nacionales lo han hecho y esto se nota y agradece. Esto, a pesar de que este ensayo pueda parecer que se queda en la anécdota, en el divertimiento y sorpresa del descubrimiento. Pero el autor va más allá, presentando posibles respuestas al por qué Martínez habría dejado esta broma oculta: juego, borramiento del autor, destreza y desaparición del mismo en el otro, y cuestionando el por qué no habrían de existir otros secretos: quién sabe cuántas bromas oculta aún La nueva novela, cúspide del desparpajo meticuloso, sesudo y emotivo de Martínez.
Ya Martínez, conversando con Félix Guattari, había anticipado cuál sería su gran meta: «un trabajo, una obra, en la que no me pertenezca casi ninguna sola línea». Una labor propiamente deconstructiva, donde lo que habría sería únicamente trabajos sobre textos ya-hechos, de otra autoría. El autor apuntaría al patchwork, y su trazo sería la selección y el engrudo con el que enlaza y monta los fragmentos textuales.
Martínez se diluye en sí mismo, utilizando a otro, con su mismo nombre, para volatilizarse. Pero sea quizás esto un juego de doble filo: cada vez que se le cree ido, vuelve a aparecer, en forma de otro libro, de otro secreto. Y el autor que pretendía tarjar su nombre, asciende en figura mística y legendaria: no yéndose nunca.
El día 5 de noviembre a las 19 hrs. de 2014, en el marco de FILSA, se presentará este libro, en una mesa redonda a cargo del mismo autor, Felipe Cussen, Cristóbal Joannon, Matías Ayala, y el mismísimo Juan Luis Martinez (sin tilde)