Sabato, el hombre. La biografía definitiva (Julia Constenla)


 Reseña remitida por:
Joaquín Pérez A.
Sabato, el hombre. La biografía definitiva (2011)
Julia Constenla (1927-  )
Editorial Sudamericana
336 páginas
Precio referencial  
       “A comienzos de la década del cincuenta quise dejar en claro lo que pensaba sobre algunos temas sobre los que todavía hoy me acosan. Entonces publiqué Hombres y engranajes. Son mis reflexiones sobre la crisis de nuestro tiempo, después de medio siglo sigo todavía creyendo lo que creía entonces. En mis novelas dije todo lo que tenía que decir sobre el amor, la furia, el dolor, la muerte, Dios. Ya lo he dicho todo, me parece justo y necesario llamarme a silencio”. Pág. 284.
            La muerte de Sábato en el año 2011, dejó gran pesar entre quienes hemos disfrutado de un gran e inclasificable escritor. Las múltiples referencias que de este argentino se pueden obtener en la web permiten contemplar, como si de un fresco se tratara, gran parte de lo que fue su vida y su obra, y del impacto que generó en su época. Por lo demás, existen variadas obras en las que Sábato entrega información, a veces ficcionalizada, de lo que fue su recorrido por este mundo: podemos pensar, por ejemplo, en esa especie de testamento que escribió a inicios del siglo XXI, Antes del fin; o por otro lado, su novela Abaddón el exterminador, que se destaca por entregar ricos datos autobiográficos. Sin embargo, los aficionados tenemos algunas lagunas que aumentan mucho más con esas pequeñas pinceladas de información, a veces contradictorias, que se dan por internet.
            En este caso, una búsqueda fructífera de su vida puede encontrarse en el libro Sábato, el hombre. La biografía definitiva, escrita por una amiga de muchos años de la familia: Julia Constenla, periodista. El libro posee una escritura ligera que se intensifica a ratos según el nivel emocional que la propia escritora obtiene según su recuerdo. Ella, una profesional que desde muy joven estuvo cerca de la familia, pudo tener acceso exclusivo a referencias personales que pocos pueden conocer, destacando entre ellas anécdotas de infancia, algunas infidelidades y depresiones intensas posteriores a los hechos trágicos de los Sábato.
Julia Constenla

            Resulta interesante apreciar que esta biografía no toma el avance cronológico como un eje de escritura. Más bien, la narración está hecha según temas referenciales que son importantes en la vida del biografiado, partiendo desde la casa en la que Ernesto Sábato vivió por mucho tiempo, hasta los últimos acontecimientos que soslayaron la vida del escritor: la muerte de su hijo Jorge Federico y la de su mujer Matilde.
            Es tremendamente sobrecogedora la forma en que la autora aborda estas dos situaciones traumáticas, porque en estos instantes ella rompe la espacialidad para convertirse en un personaje de la trama, para que de alguna manera se muestre a un Sábato doliente, depresivo y solitario. Una escena así es la que se vive cuando este se entera de la muerte de su hijo, en la que, sumido en una tristeza honda, no es capaz de asistir al mismo funeral.
            Esta misma dimensión humana que se ve expresada en el libro, resultado de la tremenda cercanía que tenía la autora con el escritor, hacen que el relato sea impresionantemente cercano, siendo la lectura una envoltura que rodea y atrapa al lector haciéndolo parte de lo que sucede.
 
            Otro rescate interesante de este libro es el largo capítulo (largo en relación a los otros) que está dedicado a la relación amistosa entre Sábato y Borges, sin duda dos obeliscos de la literatura latinoamericana. En ella se muestran tanto las pasiones literarias de ambos, la cercana relación que los unió, como su fuerte separación que rompió con todo lo anteriormente construido. La propia madre de Borges decía que nadie entiende a Georgie (como cariñosamente lo llamaba) como Ernesto.
            Además esta biografía no carece de una especie de reseñas de las grandes ideas que Sábato tenía sobre el universo, pero de ellas es mucho más plausible obtenerlas desde las fuentes primarias.
            Se aprecian penurias, tristezas, pobrezas y desarraigos en un escritor que siempre estuvo disconforme con un mundo que pensó en crisis. Julia Constenla rescata la vida del autor desde sus orígenes italianos hasta un cierto punto de intimidad que el escritor permitió, lo muestra como escritor, como científico, como surrealista y como amigo, abuelo y esposo. También como amante. Todo ello para sembrar en Ernesto Sábato, su figura hoy por hoy, una tonalidad más clara de su enigmática personalidad
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