Reseña remitida por:
Joaquín Pérez
El comercio y la crisis colonial (1968)
Editorial Akhilleus
Sergio Villalobos (1930 – X)
289 páginas
289 páginas
Precio referencial $9.900
Si uno escribe “Sergio Villalobos” en YouTube podrá encontrar una serie de entrevistas que le realizaron al historiador chileno, con el fin de que expusiera su punto de vista respecto a los acontecimientos que ha vivido el país en los últimos tres años. Con un discurso muy cargado a la crisis moral que tendrían hoy por hoy los ciudadanos del país, incluyendo a estudiantes, autoridades y políticos, además de enfatizar elementos racistas en los que cree fervientemente, la superioridad de ciertas culturas sobre otras y la crítica hacia las demandas mapuche, Sergio Villalobos se ha ganado el repudio de gran parte de las personas que lo han visto o lo han escuchado por televisión.
A pesar de esto, el historiador ha destacado ampliamente en el plano de la historiografía nacional aportando a ella obras que son ya clásicos en lo que respecta a la historia de nuestro país. Uno de sus primeros libros, Tradición y reforma en 1810, es a juicio de Leonardo León —historiador— la mejor interpretación sobre la Independencia en Chile, lo que hace obligatoria su lectura para todo aquel que quiera nutrirse de ese tema. Más impresionante aun es que este libro sea la tesis de grado de un joven Sergio Villalobos; como el mismo lo dice, “eran tiempos en que tales tesis descansaban en investigaciones cabales, comparables quizás a las de doctorado de hoy día”.
El comercio y la crisis colonial no deja de tener una historia anormal e impresionante. Según lo que cuenta el autor, este libro habría tardado un año en ser investigado y escrito pero demoró otros siete años en ser publicado en Chile. Fue rechazado por algunas editoriales, se le ofreció publicarlo en la Universidad de la Sorbonne —todo un lujo si se piensa fríamente— pero él la rechazó, publicó una versión similar en Argentina con otro nombre y con el río de La Plata como eje de estudio (Comercio y contrabando en el Río de la Plata y Chile: 1700-1811), hasta que finalmente el 1968 logró ser publicado por la Editorial Universitaria.
La que hoy tenemos es una tercera edición, esta vez por la Editorial Akhilleus, que lanzó esta versión el año 2009 y de la cual todavía pueden encontrarse ejemplares en algunas librerías.
Sergio Villalobos |
El libro en cuestión trata principalmente del contrabando que se ejecutaba en Chile y América durante el siglo XVIII. Con esta investigación, que nace a la luz de Tradición y reforma en 1810, el autor pretende demostrar que la libertad de comercio, una idea que ha estado largamente asentada en la historiografía nacional, no fue un antecedente de las luchas independentistas de principios del siglo XIX, más bien fue un principio propugnado por los primeros pensadores republicanos del país, que vieron en la ilustración francesa un ideal discursivo para el pensamiento revolucionario. el historiador lo señala de entrada…
No pudo existir, en consecuencia, una aspiración de mayores libertades comerciales ni un descontento que pudiera considerarse antecedente del movimiento emancipador. Sólo unos pocos ideólogos y hombres de gobierno propulsaron la idea; pero los comerciantes, que sufrían en carne propia el colapso provocado por la excesiva oferta, y el grueso de la gente, apegada aún a las ideas mercantilistas, rechazaban cualquier medida que condujese a un aumento del comercio (…) (pág. 14)
Esta idea no pudo ser ampliamente aceptada, especialmente por los mercaderes y comerciantes, ya que el idealizado monopolio comercial que supuestamente regía en los puertos coloniales americanos no era tal, porque desde inicios del 1700, barcos franceses comenzaron a nutrir ilegalmente los puertos americanos, muy especialmente los chilenos. La Guerra de Sucesión trajo consigo que España no pudiera proteger ampliamente las costas del Pacífico por la necesidad de trasladar sus flotas hacia el viejo continente para combatir en batallas con otros Estados europeos. Eso propició que el comercio ilegal entre los puertos chilenos y barcos provenientes de otros imperios lograra concretarse con vasta impunidad.
Junto a esto, el cambio dinástico en la Corona española (de los Habsburgo a la casa de Borbón), la obligó a permitir que barcos franceses navegaran las costas del Pacífico sin mayor trámite, aspecto que sirvió de excusa para comerciar sus productos en tierras americanas.
Ya en tierra firme, quienes debían contraponerse a este comercio ilegal, o hacían vista gorda o recibían un dinero como arreglo. De todas formas no era costoso: el profesor Villalobos muestra que los primeros barcos que realizaban este comercio llegaron a tener ganancias del 600%, por lo que arreglarse con la autoridad no costaba, literalmente, nada.
Ahora bien, si esto trajo beneficios, a la larga trajo complejidades: los mercados comenzaron a llenarse de mercancías, los precios bajaron y esto generó la desesperación de los comerciantes por la incipiente crisis comercial que se estaba generando.
El viejo concepto monopolista conservaba todo su vigor como idea e intención, a pesar de la política ampliamente reformista del siglo XVIII. España jamás renunció al monopolio como política fundamental, sistema practicado por todas las potencias coloniales y que alcanzaba la categoría de un derecho (…) (pág. 243)
En suma, podemos percatarnos que el historiador Sergio Villalobos ha realizado una investigación tremendamente exhaustiva que le ha valido el reconocimiento que ha tenido en su vida. Algunos ya lo consideran como uno de los clásicos historiadores de Chile, sumado a Diego Barros Arana, Miguel Luis Amunátegui, Benjamín Vicuña Mackenna, entre otros; y esta obra, El comercio y la crisis colonial, es sin lugar a dudas una obra fundamental para toda persona. Escrita con una pluma ligera, amena, sin grandes rodeos academicistas, e incluso con algo de humor, Sergio Villalobos enmarca el contrabando con un gran tema a debatir en relación con los procesos independentistas de América. Sin duda es un libro absolutamente recomendable.