Apuntes para una historia de la poesía chilena (Juan Cristóbal Romero)

Apuntes para una historia de la poesía chilena

Juan Cristóbal Romero

Ediciones Tácitas, 2017

ISBN: 978-956-379-008-5

120 páginas

 

En oposición al enciclopedismo pero no necesariamente contra él, estos Apuntes para una historia de la poesía chilena reivindican el derecho a la normalidad en la vida del artista —por lo pronto— de los más famosos poetas nacionales. Este no es un manual de referencia sino uno que economiza en detalles, pero no en lo que cada fragmento consigue penetrar, entrándole a la historia por el lado de la copucha y anécdota al único producto cultural nacional capaz de soportar y usufructuar de la chilenidad.

 

Chile, país inventado por Andrés Bello.

Dijo Roberto Matta

(Pág. 107)

 

A pesar de no poseer secciones propiamente tales, los fragmentos se organizan internamente pasando por temas comunes, los avatares de la publicación, la cantidad de hijos o las condiciones de la muerte de los poetas. Romero es ducho en aquello: comienza un fragmento que es finalizado más allá intercalando otros por mientras, y maneja el texto de esta forma, dejando la impresión que las vidas de estos escritores están encadenadas más allá de la nacionalidad y la escritura, una fantasmagoría entre el caos de sus circunstancias particulares y experiencias excluyentes, cuando no de sus gustos, estilos y enojos.

 

De lo más fome que he leído.

Braulio Arenas sobre La Nueva Novela (pág. 96)

 

Está la famosa querella entre De Rokha, Huidobro y Neruda, como también una insistencia en Pedro de Oña autor de un poema que pretendía reivindicar la imagen del virrey García Hurtado de Mendoza deteriorada por La Araucana. Y los momentos previos a la muerte, la cantidad de hijos, sus flojeras y peculiaridades.

 

Diego Maquieira, haciéndose pasar por un alto funcionario de la Cancillería chilena, le declaró por teléfono la guerra a Venezuela (pág. 38)

 

El formato del texto parece indicar también la fragmentaria excelencia de la producción poética nacional. “Es insospechado que exista la poesía chilena” afirmó el autor en una entrevista. Es decir, que contra la academia que presenta y estudia en bloque la poética chilena estos Apuntes vendrían a rescatar lo anecdótico de la gran broma e ironía que significa que esta pobreza de país haya parido Tala y Los Gemidos. O simplemente es un estilo gráfico para allanar anecdóticamente la poesía nacional y no hay tesis escolar alguna.

 

                       Chile es un país donde falta todo.

Suscribió Camilo Henríquez en la Aurora de Chile (pág. 49)

 

¿Desde y hasta cuándo —si acaso ya finalizó— Chile es un país de poetas? ¿Desde fines del siglo XIX? ¿Fue una idea popularmente feliz luego de los Nobel a Mistral y Neruda? ¿Ya fue la ‘gran poesía chilena’ que analizase Marchant? ¿Acabará en Bertoni o terminó con Teillier? Preguntas todas, que afortunadamente, estos Apuntes no consideran porque quizás lo que intentan sea socavar la ya derruida torre de marfil del escritor, mostrando que cada bajeza, cada ridiculez, cada vergüenza y derrota les ocurren a todos por igual y que la poesía no está para salvar a nadie.

Rodrigo Salgado Boza

Que lean los que quieran. Que escriban los que puedan.

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