PRESENTACIÓN DE EL KIMONO DE SEDA DE CLAUDIO SUÁREZ CRUZAT
Por Julio Henríquez Munita
La autoficción, según Serge Doubrovsky, el escritor francés que acuñó el término, es un género literario que combina elementos de la autobiografía y la ficción, más en concreto, una “ficción de acontecimientos estrictamente reales”. Manuel Alberca, por su parte, lo describe como un “pacto ambiguo” entre autor y lector, donde este último debe navegar entre lo real y lo inventado.
Menciono lo anterior, porque cuando comencé a leer en El kimono de seda, la primera novela del escritor Claudio Suárez Cruzat, mi primer pensamiento fue que estaba frente a una autoficción. Quienes conozcan algo a Claudio (yo he compartido con él en ferias de libros, encuentros literarios y bares), hallarán numerosas trazas autobiográficas en su relato que despiertan curiosidad, interés y, en cierta manera, parafraseando a Alberca, plantean un enigma literario: discernir qué elementos son estrictamente autobiográficos y cuáles son autoficcionados. (La ficción pura será simple de descubrir por fortuna, pero en esto no quiero caer en spoilers). Es que tanto Claudio como Miguel, el protagonista de la novela, han dejado sus carreras para dedicarse exclusivamente a escribir y ambos han hecho del sur de Chile, el santuario, reducto o lugar de destierro para acometer esta empresa.
Pero esta lectura preliminar, a ratos vestido de un voyerismo literario de mi parte, cedió a poco andar a una lectura más profunda. Porque El kimono de seda, más allá de poseer dos atributos encomiables: entretiene y atrapa de principio a fin; añade una propuesta escritural del más alto nivel, con juegos metaliterarios y me atrevería a decir, también metafísicos, que seducen y nos obliga a reflexionar sobre una variedad de temas tan actuales como necesarios de conversar en todas las esferas de la sociedad: el edaismo, la salud mental, las relaciones intergeneracionales de pareja, la soledad, la alienación, por nombrar algunas.
Miguel es un geólogo maduro, que ha decidido por circunstancias laborales no buscadas y por decisiones que viene meditando por años, radicarse en Frutillar y dedicar todo su tiempo a la escritura. Este plan soñado para cualquier letraherido, se ve tensionado tempranamente por el cambio de opinión de Valentina, la esposa actual de Miguel. Ella no desea abandonar Santiago para mudarse con él al sur de Chile; no quiere dejar su carrera, su círculo de amistades, su vida en definitiva. En un principio, según Miguel, esto estaba conversado con su mujer, pero dicha conversación ocurrió en una época primigenia, cuando la diferencia de edad entre él y ella (casi 3 lustros) no era un tema para ninguno de los dos.
El llamado a la aventura que recibe el protagonista de El kimono de seda, entonces, estará marcado desde el comienzo por la resistencia de la musa que ha acompañado a Miguel en los último 15 años. Pese a los problemas iniciales, el geólogo decide continuar con su plan original y cual quijote contemporáneo, se sumerge, ya no en los libros de caballería para ir a salvar al mundo; sino, en cuanta novela y textos de escritura creativa que le permitan armarse de escritor andante en su propio mudo interior. Una travesía que, sin embargo, no contará con la Dulcinea que él esperaba, aunque sí con un Sancho Panza encarnado en el colega de toda la vida, Pedro: un personaje omnipresente, una especie de conciencia o consejero que acompañará a Miguel en su viaje de transformación.
Miguel, durante su destierro como autor, escribe su primera novela. En ella, el geólogo convertido en escritor, nos relata la historia de amor de Keiko e Hiroshi. Ambientado en un Japón contemporáneo, pero marcado por esa tradición tan distante de la cultura occidental y de nuestro propio continente, el relato funciona, en varios pasajes, como una realidad proyectada por parte de Miguel hacia su propio mundo. Fundamentalmente a través del personaje femenino de Keiko y el simbolismo que toma el kimono de seda, la prenda que ella empeñará por amor.
Miguel también explora y analiza Lolita, la novela de Nabokov. Sus páginas también se proyectan de forma oblicua , en ocasiones torcida, en la realidad del protagonista: en sus deseos de rejuvenecer, en el despecho que siente por parte de Valentina, en esa carrera contra el tiempo, perdida de antemano, que Miguel de todas formas desea correr.
Si habláramos de un joven aspirante a escritor, podríamos leer El kimono de seda como una novela de iniciación; pero Miguel no lo es: él viene de vuelta. Asimismo, no se trata de un texto exclusivamente biográfico o autoficcionado, ya lo he señalado. Aunque existen huellas de una novela psicológica, tampoco la catalogaría como tal. Más bien, estamos frente a un relato híbrido por la variedad de subgéneros que presenta y, al mismo tiempo, se trata de una novela plagada de intertextualidades internas y externas, que operan en diferentes capas de realidad: la realidad que construye el geólogo jubilado para Keiko e Hiroshi, la propia realidad de Miguel y quizás la realidad que asoma en el autor de la novela que hoy presentamos en la Librería del GAM.
El kimono de seda, sin duda, es un ejercicio estético ambicioso y osado, de pluma ágil, envolvente; el relato es provocativo por algunos de sus temas, sacará ronchas, pero al mismo tiempo, aplausos; el autor de carne y hueso ganará muchos lectores sin duda. Pero por sobre todo, El kimono de seda es una historia que captura al lector, entretiene, querrás leerla con premura, conocer el destino de los personajes. Lograr esto, habla del oficio de Claudio Suárez Cruzat y también de su propia metamorfosis.
Julio Henríquez Munita (Viña del Mar, 1969). Narrador y tallerista. Es ingeniero civil industrial (Universidad de Chile), magíster en literatura (Universidad de Chile) y máster en escritura creativa (Universidad de Sevilla).
Es autor del libro de cuentos La primera piedra (Editorial La Trastienda, Santiago de Chile, 1999), las novelas Campanadas de luz (Editorial por un mundo mejor, Santiago de Chile, 2004 ), Antes del leteo (RIL editores, Santiago de Chile, 2012), Laberintos del presente (Simplemente Editores, Santiago de Chile, 2023) y 6 libros de relatos en coautoría.