TEXTO DE PRESENTACIÓN DE “Claudina. Teatro, amor y revolución en la pampa salitrera” DE SERGIO MIRANDA GONZÁLEZ

POR CAROLINA MIRANDA GONZÁLEZ [1]

 

Junto con saludar, quiero decir que me siento muy honrada de estar hoy con Diamela y Sergio presentando este bello y necesario libro.

Quisiera comenzar esta presentación con una imagen: imaginemos por un momento aquellos álbumes de fotografías y/o recuerdos familiares que tan profusamente nuestras abuelas guardaban, cual Mnemosine custodiando y siendo guardiana de los relatos personales que constituyen la memoria de una familia y muchas veces, de una colectividad en un espacio y tiempo histórico determinado. Ahora bien, imaginemos la emoción que podríamos sentir al recibir uno de esos álbumes y darnos cuenta que entre fotografías, recuerdos personales, libretos teatrales y recortes de prensa, cartas, anuncios y acrósticos surgía la presencia de una mujer notable para su época: Claudina Morales Pávez.

Claudina. Teatro, amor y revolución en la pampa salitrera nace precisamente ahí: en el cruce entre los siempre escurridizos e imprecisos recuerdos personales y lo concreto de una materialidad tangible como lo es el álbum familiar que Rogelia Navarro, hija de Claudina, deja a Sergio como legado y testimonio de un pasado que, con sus altos y bajos, fue para ellas un pasado mejor.

Es a partir de este álbum, y de su innegable significado para el redescubrimiento de las vidas de Claudina, Rogelia, Marina y Fanny que quiero decir algunas palabras. En primer lugar, y en estricto rigor, este álbum bien podría ser considerado como una colección de documentos o si se quiere, un archivo en potencia, ya que podemos evidenciar en él una práctica sistemática de ir registrando la actividad teatral y política que tanto Claudina como sus hijas, desarrollaron en la llamada Pampa Salitrera, quizás evidenciando una consciencia del orgullo y del valor social de lo realizado, pero también como una forma de rememorar aquellos tiempos que ya no volverán.

En segundo lugar, cuando pensamos en archivos, solemos imaginar grandes bibliotecas, colecciones públicas y como no, archivos nacionales; sin embargo, los archivos son más que un conjunto ordenado de documentos que una persona o institución produce como testimonio del ejercicio de sus funciones o actividades; los archivos son también una forma de memoria, un testimonio complejo, poderoso y frágil que para este caso, se torna en evidencia de las vidas de múltiples mujeres y hombres que vivieron y padecieron en el Norte Grande y que la historia ha olvidado —cuando no muchas veces ha invisibilizado conscientemente— y cuyos cuerpos resistieron desde los márgenes las consecuencias para bien y para mal— de los ciclos económicos del salitre y las vicisitudes de las enfermedades que diezmaban las vidas de tantas y tantos (como Juan Domingo Navarro, esposo de Claudina que muere en una de las oleadas de peste bubónica de asolaron el norte de nuestro país y que a mi juicio, marcó un antes y un después en la vida de Claudina. *Como dato anecdótico decir que justamente un 15 de mayo de 1903 se declara la epidemia en Iquique y que la misma hizo su arribo a Mejillones en 1908, cobrando las vidas de más de 100 personas). Para el caso de los archivos personales, lo anterior queda sujeto a lo heterogéneo y fragmentado de esta documentación, fragmentación que también posibilita —y casi obliga— a trascender los límites de la historia y tal como Sergio lo ha hecho, atreverse a correr el cerco hacia la novela histórica y las licencias que ella otorga.

En el caso de Claudina, este álbum-archivo tiene una particularidad: se hace a partir de una vida en continuo movimiento entre Mejillones, Antofagasta, Santiago, la pampa e Iquique, con las vicisitudes mismas de la vida (varios matrimonios, múltiples partos, hijos a cuestas, etc.) y, aun así, el registro documental y afectivo persiste y va resistiendo el paso del tiempo.

¿Quién fue Claudina? ¿Quién es Claudina?

En esta novela, Claudina es una mujer de la zona centro que siendo una adolescente viaja con su padre, un “enganchado”, al norte del país. Es en la pampa salitrera del siglo XX donde Claudina se convertirá en una mujer proletaria que desarrollará una multiplicidad de roles: es esposa, viuda, madre (de sus hijas e hijos y de “Tarapacá” por sus gestiones en torno a la Gota de Leche), trabajadora (costurera, trabajadora de una pensión, obrera de una fábrica), dirigenta social, actriz aficionada y posteriormente directora de conjuntos teatrales. Este desarrollo vital lo llevará adelante en un territorio donde la vida era dura (como se señala en el capítulo VII: “en la pampa se luchó con el pensamiento y la palabra, pero se vivió con el cuerpo y los milagros”), no exenta de múltiples violencias (tanto en el ámbito de lo público como de lo privado) y donde la explotación del salitre marcaba los ritmos del cuerpo y del trabajo; es en este lugar donde Claudina encontrará en el teatro un refugio, un acto de resistencia, un espacio para la solidaridad y también una forma de amor (personal y colectivo).

La mujer que emerge entre fragmentos y recortes de este álbum, que a esta altura podemos decir se ha transformado en un objeto casi mítico, es Claudina, son sus hijas, pero también son tantas personas que vuelven a la vida, tantos actores y procesos, tantas ideas y creencias que circularon por la pampa y ahora lo hacen por las páginas de este libro, todas ellas enmarcadas en un horizonte de emancipación social, política y sobre todo personal.

Pero también, y como un elemento central en la novela, emerge el teatro social obrero en un momento clave para historia del movimiento obrero en Chile y para la historia del país: un periodo cuyo escenario político de fondo era de gran efervescencia social, con huelgas y masacres obreras ya conocidas por todas y todos, y donde “las ideas liberales, demócratas, socialistas, anarquistas y comunistas debaten y disputan, (…) tienden puentes y dialogan entre sí bajo un mismo norte de emancipación” (tal como lo señala Ivanna Margarucci en el prólogo). De este momento, Claudina será testigo y protagonista, tanto desde lo privado de su hogar como desde sus actuaciones en el espacio público, como cuando intercede frente al mismísimo Presidente de la República, Arturo Alessandri, para reponer la Gota de Leche en un contexto de crisis social y económica allá por la década del 30 o cuando bajo el mismo contexto, organiza funciones solidarias para reunir fondos para los cesantes, montando incluso funciones cómicas para proporcionarles a mujeres y hombres un momento de alegría y entretención en medio de tanta miseria e incertidumbre.

Será el teatro, que vamos descubriendo también a través de este álbum-archivo, el vehículo por el que tantas compañías populares, y a través de obras ya conocidas (como la famosa Flor de un Día) o de obras escritas por los propios obreros (como Desdicha Obrera escrita por Luis Emilio Recabarren), con el cual se intentará educar a las y los obreros y a sus hijos, convirtiéndose muchas veces en un espacio de crítica social por el que se intentaba conquistar las conciencias como primera vía hacia la emancipación, porque si el cambio no parte de uno, ¿cómo pretendemos cambiar la sociedad que nos rodea? Pero también ese mismo teatro fue un espacio de solaz frente a la cotidianeidad de la vida misma, un espacio de consuelo para quien asistía a sus funciones, pero también para la misma Claudina, para quien no sólo fue un espacio de expresión, sino también un espacio que le brindó la posibilidad de encontrarse a sí misma.

Finalmente, me parece relevante decir que el ejercicio que realiza Sergio es un importante acto de escritura que deviene precisamente de lo que este archivo no dice, de lo que en él falta, el espacio de la ficción histórica. Es también la búsqueda del historiador reconstruyendo, del lector de literatura pampina, del investigador que pregunta a otras personas (cómo Segundo Bustamante) persiguiendo una historia… En este sentido, podemos decir que este álbum y Claudina como novela son un importante ejercicio de memoria contada desde lo pequeño, desde aquellas “vidas mínimas” como diría González Vera y que gracias a la complicidad de este álbum-archivo, con los testimonios de Rogelia y Marina, pero sobre todo de la primera, quien rememora al hojear sus páginas y contar esta historia a Sergio, y que tras su muerte él álbum llegue a las manos del autor, es que hoy podemos disfrutar de esta novela  y traer al presente no sólo a Claudina y sus hijas, en un importante gesto de reparación con sus figuras y con la presencia de las mujeres en nuestra historia, sino también nos permite adentrarnos en una sociabilidad y una manera de mirar, comprender y pensar el mundo construida no sólo desde el dolor y las carencias, sino también desde la solidaridad, el apoyo mutuo y la rebeldía de quien(es) miran la vida de frente y no le tienen miedo al miedo.

 

Carolina Miranda González
La Serena, 1981

Doctora en Historia de la Ciencia por la Universidad Autónoma de Barcelona. Cuenta con formación y experiencias en museos, archivos y proyectos de investigación vinculados a la memoria y la puesta en valor del patrimonio local, con un enfoque interdisciplinario y territorial.

Claudina. Teatro, amor y revolución en la pampa salitrera
Sergio González Miranda
Prólogo de Ivanna Margarucci

Pampa Negra Ediciones, Biblioteca de Literatura Nortina
ISBN: 978-956-6297-12-3
20 x 13 cm, 224 págs.

 

 

[1] Leído en el lanzamiento de esta novela, llevado a cabo en el Archivo Nacional de Chile el jueves 15 de mayo de 2025, con la participación del autor: Sergio González Miranda (Premio Nacional de Historia, 2014), Diamela Eltit (Premio Nacional de Literatura, 2018), y la autora de este texto.

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