Allende. Cómo la Casa Blanca provocó su muerte (Patricia Verdugo)



Reseña remitida por:
Joaquín Pérez A.
Allende. Cómo la Casa Blanca provocó su muerte (2003)
Patricia Verdugo (1947-2008)
Editorial Catalonia
208 páginas
Porque esta es la historia de un hombre que sabía, pero que no pudo evitar que ocurriera aquello que sabía. Esta es la historia de un hombre que encarnó un proceso social, un proceso amasado con paciencia y sacrificio en el curso de más de un siglo por millones de chilenos que soñaron con un país más libre y más justo. Y fue por eso —porque él encarnaba un largo proceso— que nada pudo hacer por evitar la tragedia que se inició con su propio sacrificio. (págs.. 23-24)
En ocasiones los libros no solo nos permiten viajar a mundos paralelos, extraños y lejanos. También existen los que nos aterrizan a una realidad cruda (como en cierta medida es la realidad) y nos muestra el lado más agrio de un evento que algunos ya pretenden olvidar. Y el olvido no es el resultado de las dinámicas cotidianas de un grupo social en constante formación histórica, sino que es el efecto de una élite que ejerce un poder coercitivo sobre la mayoría para que no recuerde lo que le conviene recordar.  El golpe de Estado en Chile de 1973 fue la salida de un laberinto inmenso de relaciones internacionales que se abrieron paso por la soberanía y la autodeterminación de los pueblos para atormentar con su dinero y su inteligencia, los proyectos políticos que reivindican la soberanía popular. En este sentido, recuperar el camino de este laberinto resulta vital para entender cómo suceden los hechos y no perderse en caminos sin salida. Todo esfuerzo no es concluyente sino que es parte de un gran cúmulo de experiencias que juntas entregan una visión objetiva e imparcial de los hechos, o de los procesos en este caso; Patricia Verdugo, Premio Nacional de Periodismo año 1997, ha seguido esta línea y nos proporciona una obra esclarecedora e iluminativa.
Allende. Como la casa blanca provocó su muerte es un libro de investigación periodista que entrega antecedentes fidedignos de la intervención norteamericana en el desarrollo político desde el año 1963 en Chile. Pero junto con ser una investigación, es un esfuerzo de la autora por decodificar toda la información relevante sobre este fenómeno de intervención por el país yanqui a un pueblo que merece revivir los eventos que les fueron ocultos. Así mismo lo revela Patricia Verdugo:

Con todo, entre informes y memorandos, hay más de diecisiete mil documentos que cualquiera puede leer a través de internet. Y este libro busca que el lector los entienda, instalando cada secreto revelado en el contexto que le corresponde. (pág. 30)

 

Ahora bien, estos documentos provienen tanto del Gobierno de los Estados Unidos como de su servicio de inteligencia CIA, además de documentos de la embajada estadounidense en Chile y otros organismos que tuvieron menor importancia dentro de este episodio trágico de nuestra historia. Pero quizás el principal de todos es el famoso y conocido Informe Church, el cual nace de una comisión investigadora integrada por once senadores que exploró a fondo lo que sucedió en Chile. El resultado fue publicado en 1975 bajo el titulo de “Acciones encubiertas en Chile 1963-1973”, y los principales personajes que fueron objeto de investigación son Richard Nixon y Henry Kissinger. Mejor que gastar palabras en estos dos engendros y sub-humanos, es bastante más provechoso considerar la hidalguía de Allende en las horas ultimas de su vida, no por un tema de simpatía ni menos por rendir alabanzas al entonces Presidente, sino porque el relato de los acontecimientos realmente revela el talante y la dignidad de aquella persona.


 

En este tema Patricia Verdugo desarrolla todo un capítulo para relatar cronológicamente los hechos que fueron ocurriendo aquel 11 de septiembre de 1973 desde la misma madrugada, cuando comienza el desplazamiento de la Armadas, el Ejército y nuestra modesta aviación. Este capítulo es considerablemente más largo que los demás y es el único en donde se trabaja de un modo distinto al anterior desarrollo del libro. Todos los capítulos anteriores los personajes principales son la CIA, Nixon, Kissinger, la embajada yanqui en Chile y uno que otro comando terrorista con aspiraciones de convertirse en el Rambo de la época; además, obvio, las demás personas que o son víctimas de las manipulaciones estratégicas de los estadounidenses o que colaboraron con ellos para no permitir, primero que Allende llegara al poder y segundo, desestabilizar su Gobierno. Pero ya el capitulo IX, titulado “Mi sacrificio no será en vano”, se centra en los hechos del Golpe militar, en especial en los actos realizados por Salvador Allende para defender con lo poco y nada que tenía, la Constitución, el Estado democrático y la tradición pacífica de la política chilena. Así es como resulta notable la valentía del propio presidente como la de algunos de sus ministros, amigos personales e hijas de él. El caso más notable es el de Aníbal Palma, un ex ministro del presidente Allende que, en un momento…

 

Ingresó al despacho presidencial el ex ministro Aníbal Palma. Había logrado sortear la barrera policial.

– Presidente, lo escuché en la radio diciendo que cada trabajador debe estar en su puesto de trabajo. Y como yo estoy desempleado, vine a pedirle un puesto de trabajo aquí, a su lado…

– Aníbal, yo sabía que usted iba a estar conmigo –respondió Allende al tiempo que lo rodeaba con su abrazo. (pág. 180)

Allende colgó el auricular bruscamente. ¿Qué se habrán imaginado, creer que voy a salir arrancando del país? Así que la Fuerza Aérea está con la Armada en esta intentona golpista. ¿Y el Ejército, qué pasa con el Ejército? No había respuesta aún, pese a que el silencio era decidor. (pág. 177)

 

Y para qué hablar de la misma actitud de Allende, que por más que le ofrecieran irse siempre deseó luchar, fueran cuales fueran las consecuencias…
Este año se cumplirán cuarenta años de aquel terrible momento, y la Historia no ha estado a la altura de la situación (al menos en las aulas). Considerando que este tema es el tema del año, más allá de las primarias, las candidaturas y las elecciones futuras, el ejercicio de la memoria debe estar al punto de encontrarse con la ciudadanía, para entregarnos un momento hierofánico que nos permita recordar así como también crear y manifestar los oprobios hacia un régimen que destruyó la política nacional, trapeó los derechos humanos de los chilenos y entregó lo más preciado que cada uno tiene en tanto ciudadano, su soberanía, a las manos de Richard Nixon y Henry Kissinger.
Por lo mismo, esto de encontrarse con los hechos no debe pertenecerle a una disciplina específica sino que debe ser parte de toda una comunidad que aún tiene, bien perdidos en su inconsciente, el recuerdo latente de un proceso marcado por la sangre. Y libros como este deben ser masificados entre la sociedad, sin importar la tendencia política, porque la verdad, en este caso, resulta inviolable. 


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