Cómo cuidar de un pato (2018)
Josefina González (1983)
Overol
ISBN 978-956-9667-19-0
61 páginas
Cómo cuidar de un pato de Josefina González es una comedia teatral protagonizada por Larry, que al enterarse que será papá decide comprarse dos patos para practicar la crianza y paternidad; dos, por si se le muere uno.
Larry es un hombre de cuarenta y cinco años. Jenny una joven de veinte y espera un hijo de Larry. Larry, además, tiene algún tipo de retraso cognitivo, por lo que todos sus diálogos y maneras de afrontar el mundo están condicionadas por ese hecho, resultando simplonas y por lo mismo, sirven para acentuar las torpezas y rarezas de los otros personajes, supuestamente normales.
La narración se desarrolla entre el patio común de unas casas, un barrio o un cité, y un hospital. Se trata de gente humilde y la autora aprovecha esa circunstancia para reproducir el registro oral de los personajes echando mano a una serie de giros lingüísticos y refranes de uso corriente.
Doctor: Nadie nace sabiendo cómo cuidar una guagua.
El Amiga de los Perros: Uno propone, Dios dispone.
Doctor: Por eso yo no tengo ningún plan de formar familia. Es demasiado azaroso el destino.
El Amiga de los Perros: Nunca diga “de esa agua no beberé”.
Sin embargo, a pesar de lo dramática o incluso melodramática que podría resultar esta historia que recurre a varios lugares comunes —familias pobres, embarazo imprevisto, padre incierto o de una persona con algún retraso mental— la autora lleva el tono del libro al de la comedia, entonces, cada situación en la que sus personajes se ven envueltos adquiere el cariz de algo risible o derechamente humorístico, un humor en general bastante bien logrado, con lo que aquella carga melodramática desaparece por completo de la lectura inicial del texto y solo emerge cuando el lector reflexiona en las condiciones del entorno. Hay ahí una especie de juego entre los tonos posibles de este relato que está muy bien logrado y que, en manos de otro autor menos dotado o con alguna tendencia al drama, habrían hecho naufragar fácilmente a Cómo cuidar de un pato.
El tema que subyace tras el humor de esta pequeña obra es el miedo a volverse padre: Larry no se siente preparado. Sucede que tanto Larry como Jenny son a su vez hijos que poseen padres que cumplen poco y mal su propio rol, o provienen de parejas rotas. Ellos mismos se aprestan a repetir esa historia, como si una suerte de determinismo ordenara sus vidas. De ahí que el acto aparentemente ridículo de Larry que titula Cómo cuidar de un pato no lo sea tanto, puesto que es una forma sencilla, dentro de sus propias capacidades, para prepararse para hacer algo que en su experiencia de hijo no ha aprendido o presenciado. De esa forma los distintos animales de este relato toman una importancia gravitacional: un perro de nombre Roberto, los patos Miguel y Manuel, una tortuga boca arriba, animales todos que mueren con una regularidad pasmosa, en un espejeo con la imposibilidad de estos adultos de responsabilizarse por esos seres bajo su cuidado. Y curiosamente, son las personas quienes, en esta obra, tienen los nombres menos convencionales —otra vez, no responden cabalmente a lo normal o normalizado—.
En suma, Cómo cuidar de un pato de Josefina González es una pequeña comedia teatral que da un giro al tema de la incapacidad de los padres para asumir su rol tradicional, quitándole toda tensión inicial a través del humor, enfrentando a sus personajes a situaciones risibles que contrastan con el trasfondo del relato. De esta forma, aprovecha de la temática ya dicha para, gracias su tono, armar un relato bien construido y divertido, que admite más de un nivel de lectura. Sería bello que terminara siendo representada, cumpliendo así el soporte para el cual fue concebida: un teatro.