Fuenzalida (2012)
Nona Fernández (1971 – )
Literatura Mondadori
ISBN 978-956-8228-40-8
250 páginas
250 páginas
Precio referencial $12.000
Fuenzalida es una novela sobre un padre desaparecido, sobre el recuerdo que supervive con las falencias de la memoria, y sobre cómo se tejen ciertas narraciones ya sea como deconstrucciones de los recuerdos, como ficción o en la realidad doméstica. Ernesto Fuenzalida es un personaje que se nos presenta como un ser atípico; es un artista marcial, pero no uno famoso, sino que un hombre cualquiera que se ha desarrollado en el arte del Kung Fu, resultando en un ser pintoresco y quizás por lo mismo un tanto entrañable. La protagonista y narradora (por largos tramos, al menos) es su hija, una mujer adulta, separada, con un hijo a cuestas se desempeña como escritora de culebrones televisivos, telenovelas.
No importa qué tipo de culebrón sea el que escribas: comedia románticas, policiales, dramones, historias de vampiros, dramas sociales, históricos, políticos, hasta ahora todos han concidido en el mismo patrón. Un patrón que contiene y dirige la historia: Amor, Venganza, Muerte y Cabro Chico.
A.V.M.C.CH.
Esta hija, en primera persona, va tejiendo su historia con su padre, este Ernesto Fuenzalida artista marcial, un hombre que desapareció de su vida tempranamente y no es más que el recuerdo de un padre, un padre al que ni siquiera le daba ese título sino que llamaba simplemente Fuenzalida, un hombre atípico como ya se dijo, que es apenas un trozo de memoria urdido entre la realidad y las películas de acción y karate que viera con él alguna vez siendo niña, todo esto mientras en Chile sucede la opresión de una dictadura militar que va condicionando el actuar de todos, incluso el de ese hombre que apenas logró conocer, hombre que le legó hermanos y familia con la que ella jamás llegó a interactuar.
Luego del saludo, el combate comienza. Fuenzalida se mueve como un animal. Posee la asertividad de un tigre, la elegancia de una cobra, la ferocidad de un dragón. Es extremadamente económico en sus movimientos, sabe lo que hace y no necesita actuar de más. Su compañero se mueve bien, pelea correctamente, sin embargo la diferencia entre los dos es notable. Fuenzalida está tocado por la gracia.
Por otro lado, como un anuncio de su mecánica de culebrones, Nona Fernández se hace una especie de autozancadilla al poner a un niño, al hijo de su protagonista, en peligro, en un juego que podría habérsele escapado fácilmente de las manos. Y claro, como ella lo adelanta, despierta ternura en el lector. Pero esta especie de doble juego al que somete al lector (al anunciarle, de cierta forma, al mecanismo al que se lo expondrá y luego efectivamente hacerlo) funciona perfectamente gracias al talento narrativo de Fernández. Hay que decirlo, Nona Fernández es, desde mi punto de visa al menos, una de las voces narrativas más interesantes en el Chile actual, que destaca no digamos dentro del género femenino (mezquino sería reconocerle un ámbito acotado, o una especie de marca de origen que la delimitara) sino que de la literatura chilena en todo su ancho. En esta novela sus personajes no solo revelan un crecimiento psicológico importante en el tiempo que atraviesan, sino que además demuestran unas taras significativas que acarrean desde su pasado y que logran arrojar, de manera muy inteligente, un velo sobre la misma historia, tiñéndola finalmente con esa extrañeza que la dictadura arrojó sobre todos quienes la vivieron, resolviendo la historia, además, con un par de momentos que encierran una verdadera belleza. Se trata, en definitiva, de un ameno y bello relato, de una novela muy bien lograda, en un estilo sencillo que consigue darle la frescura que se reconoce a primera vista en el trazo de la autora y que le confiere a su prosa una natural elegancia.
