Que se mueran los feos (Boris Vian)

Que se mueran los feos (1948)
Boris Vian (10-03-1920//23-06-1959)
Ed. Tusquets
ISBN: 847223973X
208 Páginas
Precio Referencial .Cl $9.000
Cuando hablo en broma me toman en serio, y cuando hablo en serio se ríen”. Boris Vian.-
En mi no tan larga vida he leído bastantes libros. Los he leído de todo tipo, desde la fantasía más pura a libros de filosofía, pasando por novelas de ficción, históricas, de amor, aventuras, etc. También podría decir que he leído un sin número de géneros, y no es que haya buscado esa diversidad, sino que simplemente son los que han caído en mis manos. Por último también he leído de los dos grandes géneros de libros, aquel irreductible máximo que se aplica casi a cualquier cosa: libros buenos y malos libros. No estoy tan seguro de que exista tal cosa como un mal libro –no desde un punto de vista objetivo al menos– pero sé que eso fue lo que pensé sobre este libro una vez que di la vuelta a su última página y terminé con la historia. “Qué libro más malo”, me dije.
La pregunta lógica, entonces, vendría a ser algo así como “y para qué diablos nos comenta este libro si es tan malo y más valdría la pena no leerlo”, y la respuesta es bastante más simple de lo que cualquiera podría suponer. Sucede que creo que mi juicio ha estado equivocado y este libro no es malo, si no que yo no soy un lector adecuado para este tipo de libros. Pero hasta ahora van muchas vueltas. Vamos al grano y así podrán juzgar por ustedes mismos.
La historia comienza con el protagonista quien, a través de diversas situaciones, nos hace saber que su meta es mantenerse virgen hasta la edad de los 20 años. Para eso le faltan seis meses. Esta meta se le hace realmente difícil debido a que se trata de un tipo muy bien parecido. Rock Bailey, nuestro protagonista, sin querer y siempre evitándolo, tal como sin tino evitan los encuentros sexuales los vírgenes de las películas para adolescentes, se ve envuelto en un extraño experimento genético que se realiza en una isla, por parte de un científico que está bien loco y que pretende embellecer la raza humana a través de su experimentos; crear el hombre y la mujer perfecta, perpetuar la belleza de la raza. Suena bastante torpe –y créanme, la mayor parte del tiempo lo es– pero si lo pensamos durante un instante podemos ver las criticas sociales existentes. Pero no crean que la idea final es esa, la idea es más bien el divertimento. No deseo abundar más en la historia, sólo quiero decir que de principio a fin está harto plagada de situaciones sexuales e incluso posee un par de orgías, nada muy bellamente demostrado, sino que orgías con todas las de la ley.
Esta novela es una especie de engendro entre novela negra y novela erótica. Posee un lenguaje bastante llano, una historia un tanto burda y situaciones más bien ridículas. ¿Por qué leí este libro? La explicación también es ridícula. Estaba yo en la feria del libro de Santiago, mirando las estanterías llenas, tratando de adivinar qué sería mejor llevarme a mi casa, cuando una pareja que estaba bastante cerca de mí comenzó una conversación de la que no pude abstraerme. Él le hablaba a ella sobre Boris Vian, le decía lo loco que estaba, lo cómicas que eran sus historias (esto es muy cierto), y lo gracioso que resultaba leerlo (en ocasiones lo consigue ser), le decía que era en suma un muy buen autor. Ella por lo visto no aceptó la recomendación (no recuerdo haberla visto llevarse un ejemplar) y yo sí lo hice. Como dije, en un primer momento me arrepentí. Pero luego en el tiempo, voluntaria e involuntariamente, he ido conociendo parte de la historia de Boris Vian, el autor, lo que me ha hecho volver a calibrar mi impresión sobre este libro. Varias cosas a tener presente: primero, esta novela fue publicada en 1.948. Al día de hoy me pareció que era sobrecargada sexualmente, me imagino la bofetada que significaría para cualquier persona en esa época, lo revolucionario de su lenguaje, lo atrevido de su temática. Segundo, Boris Vian sí estaba medio loco, con una familia donde redundaba el arte, ligado a Sartre, Camus, escribiendo casi pornografía, ligado también al existencialismo, músico, jazzista, amante de las fiestas, de las orgías; en resumidas cuentas un hombre inquieto, para reducirlo a ese eufemismo. Tercero, este autor se dio el gusto de  incluso reírse de la critica, publicó sus 3 primeras novelas bajo otro nombre, haciéndose pasar por el traductor. Dichas novelas tuvieron una critica bastante aceptable, incluso más de alguien inventó una entrevista al autor (sí, llevó el rídiculo de sus libros a la vida misma, pero no en él, sino que en las otras personas). Luego cuando se supo la verdad fue públicamente denostado y su reputación como autor cayó a lo más bajo. Finalmente llegó a ser tan valorado en ciertos grupos intelectuales de la época (sí, seguimos hablando del mismo escritor erótico) que fue nombrado parte y posteriormente integró el cuerpo ilustre de sátrapas, los más altos cargos, de la escuela de la ciencia de la Patafísica. La patafisica es una especia de ciencia paródica dedicada al estudio de “las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones1. Este remedo de escuela de ciencias contó entre sus muchos congregados a connotados hombres de diversas disciplinas, como Joan Miró, Eugène Ionesco, Umberto Eco, etc. Aquellos que parecieran ser capaces de no tomarse en serio ni a ellos mismos de ser necesario. Ese es Boris Vian y dentro de ese contexto deben leerse sus obras. Según reseñas que he leído esta novela en especifico está lejos de ser su mejor obra, pero si quieren algo liviano, gustan del húmor sardónico, ridiculo, y piensan que les gustaría que además tuviese sus buenas cuotas de erotismo, orgías y sexo, pues bien, esta es una buena opción.
Y por sobre todo, no tomen en serio a Boris Vian, que él se está encargando de tomarnos el pelo a todos nosotros, sin excepción.
Lo que leímos

Publicado por el equipo de Loqueleímos.com

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4 Comments

  1. Me salté el proceso de leer de qué argumentaba el libro, pero quizá el problema estuvo precisamente por lo que dijiste, tomaste el libro equivocado. Me ha pasado, y más se alguna vez. Pero cada vez pasa menos, ahora intento hacerme una idea (Pequeña) averiguando del asunto.<br /><br />La idea es que el arquero no quede mal parado, dicen.

  2. says: Anonymous

    No hay como &quot;La espuma de los dìas&quot;, de una poesìa difìcil de igualar. Los tìtulos de Vian firmados como Vernon Sullivan son un gènero en sì mismo dentro de Vian, y por cierto no lo mejor de su obra.

  3. says: Salvatore

    Definitivamente habrá que visitar a Boris Vian con una perspectiva más profunda. Además de su importante contexto cultural, y la corriente a la que pertence, la obra vale mucho la pena. Y a mí me pareció al contrario que a ti una gran obra de lo que ahora algunos crítcos llaman &quot;literatura menor&quot;.

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