Indignación (Philip Roth)

 Indignación (2008)
Philip Roth (19-03-1933// )
Random House Mondadori
ISBN: 9788439721635
165 páginas
Precio Referencial: $11.000
 Phillip Roth es uno de esos escritores con un currículo intimidante. Tiene a su haber el Pen/Faulkner, el Pen/Nabovok, y el Pulitzer entre tantos otros premios. Es considerado, además, entre los mejores –si es que no el mejor– escritor Estadounidense vivo. Pesada carga en sus espaldas; lógicamente provoca que tras cada una de sus publicaciones miles de ojos se enfoquen en sus líneas, no sólo para leerlas en un estado de disfrute, sino que también para analizarlas –olvidé añadir que según Wikipedia existe una sociedad dedicada al estudio y análisis de su obra– así que eso es lo que en esta reseña nos traemos entre manos. Indignación es su más reciente novela, publicada, como dice el encabezado, el año 2008. Tengo entendido que hay otra novela con fecha de publicación 2009 y otra ya lista para este año 2010 (bastante prolífico el hombre), pero de las cuales aún no tengo noticias de alguna probable traducción al español. Pero en esto puedo estar equivocado.
Y bien, han sido muchos rodeos introductorios. ¿De qué va esta novela? ¿Dónde está la magia tras la cortina? En este libro nuestro autor nos narra la historia de un joven judío –al menos de cuna– estadounidense de nacionalidad, hijo de carnicero y dueña de casa. Marcus Messner es su nombre, a ratos feliz habitante de Nueva Jersey. Marcus es una especie de estrella rutilante dentro de su familia de clase media y esforzada, aquel joven que es lumbrera académica y foco de todas las expectativas familiares. Es, además, hijo único. No sólo es quien descuella en su familia sino que es incluso un hijo ejemplar, notabilísimo en su barrio, ayudante de carnicero. Como es obvio el muchacho logra ir a la universidad. Nada extraño. En ese momento su padre-amigo se convierte en una especie de padre-carcelero quien, transforma todos sus cariños en aprehensiones. No tolera la posibilidad remota siquiera de que su hijo Marcus fracase ante la posibilidad de cualquier mala decisión en la vida. Marcus, por el contrario, no tolera a su padre con su nueva faceta, razón por la cual se va a estudiar incluso más lejos, donde su padre ya no pueda intervenir.
Marcus aspira a la perfección. Aspira al escape. Al escape del mundo del que viene –ese mundo judío lleno de reglas- pero también del mundo del que forma parte, ese mundillo casi vulgar de las universidades y sus alumnos que parecieran no entender nada, ni interesarse realmente por sobresalir o por su futuro siquiera. Marcus desea escapar también del contexto mundial. No es pacifico que sea alrededor del año 1951, en plena guerra de Corea, en la que Estados Unidos jugaba un rol como apoyo estratégico a Corea del Sur, lo que se traducía como un apoyo al capitalismo. Los jóvenes eran enviados allá, a pelear por ese ideal, en tierras ajenas, en guerras de otros intereses. Marcus debía mantenerse en la universidad, estudiando. Ser expulsado lo haría seguramente ser llamado a “las filas”, lo que le acarraría una probable muerte. Pero extrañamente todo eso de mantenerse en la universidad, ser un buen chico, obtener buenas notas, se vuelve –precisamente para él, quien siempre se ha caracterizado en ser un alumno brillante– en algo sumamente complejo. Y no es que haya dejado de estudiar –que es prácticamente lo único que hace– sino que todas las decisiones que toma, por banales que sean, influyen de maneras impensadas y desencadenan consecuencias completamente fuera de cualquier predicción, como si su padre, aquel que ve el destino aciago en todas partes, más que un pesimista fuese un oráculo.
Podríamos aventurar que esta es la típica novela de viaje, en la que el protagonista va haciendo progresos internos de crecimiento; pero no. Un rotundo no. Podríamos decir que esta es una novela de iniciación, en la que el protagonista conoce y reconoce un universo que le es extraño, y en la cual los elementos se comportan de maneras que escapan a sus medios, pero no. Otro rotundo no. Esta novela es un hibrido un tanto más complejo. Nuestro protagonista, Marcus, pareciera realmente no aprender nada, no ir creciendo (de hecho no llega a crecer jamás), estar estancado, pero al mismo tiempo en él se van acumulando las culpas, los pecados, todo aquello que normalmente precede al aprendizaje. Y de la misma manera, dada la juventud de Marcus esta también es una novela de iniciación, pero a la vez no, porque el protagonista se enfrenta rígidamente a este mundo que lo rodea, de una manera estoica, como queriendo soportarlo por sí mismo sobre sus hombros, pero finalmente él decide escapar, y luego la vida pareciera querer escapar de él. En esta novela podemos encontrar temas como la sexualidad, la religión, la ambición y la autocompasión. En Roth podemos encontrar un mundo, lleno de pequeños detalles, de pequeñas jugarretas con nosotros, los lectores, de breves quiebres, y otros más grandes. En todo esto hay bastante oficio. Invisible probablemente no será nunca un clásico universal, pero si ampliamos un poco el punto de vista, y nos fijamos en Roth como un todo y en toda la literatura que ha creado, probablemente debamos dudar de esa afirmación. Y eso es realmente mucho decir de un autor.
G. Soto A.

Cofundador y administrador de Loqueleímos.com. Autor de "Liquidar al adversario" (2019, Libros de Mentira).

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